Translate

martes, 27 de noviembre de 2012

Provocando Desconfianza e Inseguridad en tu perro

Hace tiempo quería hablar de este asunto, el título de este artículo es la consecuencia a la respuesta a esta pregunta: 

¿Por qué dejamos que nuestros perros cuando estamos de paseo y van atados se saluden con TODOS los perros que nos encontramos?

Alguien dirá "bueno, se tienen que relacionar con otros perros"; sí, es cierto pero ¿acaso nosotros saludamos a TODAS las personas que nos encontramos por la calle? ¿Eso quiere decir que no nos relacionamos? Por supuesto que no, lo que pasa es que si saludásemos a todas las personas que vemos por la calle nos crearía tal estrés y ansiedad que nos resultaría insoportable.


Entonces, ¿por qué se lo permitimos a nuestros perros? Cada encuentro les provoca un gran estrés y ansiedad, junto con un aumento de la desconfianza e inseguridad en el perro. Y esto último, ¿por qué? porque en la gran mayoría de los casos son ellos los que toman la decisión de ir a saludar a otro perro, algo que no deberían de hacer cuando van con la correa.

Cuando paseo con Biotz atado, de lo único que se tiene que preocupar es de seguirme. YO controlo el paseo, decido por dónde ir y cuándo pararnos a saludar a otro perro o a oler unas hierbas. Ha entendido que se vive mejor yendo a mi lado o detrás sin tomar decisiones que ir delante enfrentándose al mundo con lo que ésto supone, es decir, le estoy transmitiendo CONFIANZA y SEGURIDAD, le estoy diciendo: "Biotz, tranquilo que vas conmigo y no te va a pasar nada porque yo controlo las situaciones". 

Cómo dar Confianza y Seguridad a tu perro

Lo primero de todo es enseñarle a no tirar de la correa y a pasear de una forma más relajada. Una de las técnicas más efectivas es girar 180 grados y cambiar de sentido cuando te adelante tu perro, y repetirlo las veces necesarias hasta que tu perro te mire como diciendo "vale, ¿ahora que hacemos?". Es entonces cuando el perro va entrando contigo en el paseo y le felicitamos por ello.

Una vez que tu perro haya aprendido a no tirar de la correa, acércate a saludar a un perro desconocido y párate como a 2 metros de distancia. Tu perro tiene que quedarse quieto junto a ti sin querer ir hacia el otro perro. Una vez conseguido, acércate tú a saludar al perro sin que el tuyo se mueva, para después invitar a tu perro a que huela al otro. O lo que es lo mismo, tomas tú la decisión de conocer y saludar PRIMERO al perro desconocido y después lo conoce y lo saluda tu perro.

Con esta forma de acercarnos a otro perro, lo que hacemos es aumentar la confianza y seguridad que tiene nuestro perro en nosotros y a su vez que él se sienta más confiado y seguro, sin tener que tomar decisiones que le provoquen estrés y ansiedad.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Pautas para el tratamiento de la "ansiedad por separación"

La ansiedad por separación es uno de los problemas más comunes que presentan nuestros perros hoy en día y viene motivada por el aumento del número de perros que conviven en nuestras casas y su gran dependencia de nosotros. 

Los perros que muestran ansiedad por separación normalmente acompañan a su dueño a todas partes, han tenido compañía humana continua, pueden haber sido abandonados, se refugian en el regazo del dueño frecuentemente, se excitan cuando se prepara para salir y exageran sus saludos al volver a casa; en definitiva, suelen ser perros muy dependientes.

En este artículo quiero dar unas pautas para corregir este problema tan común.


PAUTAS DE TRATAMIENTO

Antes de irnos:

  • No despedirnos del perro, ya que generamos una expectativa de relación que frustramos bruscamente al marchar.
  • Ignorar al perro un rato antes de irnos (10 o 15 minutos).
  • Poner juguetes interactivos en los lugares donde suele realizar las malas conductas.
  • Agotar al perro antes de realizar salidas largas.
  • Ponerle la comida al irnos, de esta forma y después de haber hecho ejercicio su cerebro se pondrá en "formato" descanso.

Cuando volvemos:

  • No hacer caso a sus saludos hasta que se tranquilice.
  • Retirar los juguetes interactivos.

En casa:

  • Simular salidas preparándonos como si nos fuéramos (abrigo, llaves...).
  • Alargar las expectativas de vuelta hasta hacerlas languidecer. Para ello podemos realizar un programa de ausencias preparadas con tiempos progresivamente más largos: lo que tardemos en ir al ascensor y volver, en ir al portal y volver...
  • No dejar que nos siga a todas partes.
  • Enseñar al perro a permanecer quieto tumbado hasta que se relaje y mantenerle así frecuentemente.
  • No premiar con cariño, juego o comida actitudes dependientes como apoyarse en nuestro regazo.
  • En general, buscar que el perro vea en la casa un elemento de seguridad, no sólo en nosotros.

Si tienes un perro con ansiedad por separación pon en práctica estas pautas para tratar el problema, y recuerda que sólo con trabajo y paciencia se consiguen resultados.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Las Distancias de Relación del perro

Seguramente os habéis dado cuenta que un perro se comporta de diferente forma según a qué distancia se encuentre de nosotros o de otro perro. ¿A qué es debida esta diferencia de comportamiento?.

El perro es un animal social que vive de forma colaborativa y permanente con otros individuos de su especie o con nosotros, y que posee la capacidad de trabajar en equipo, lo que significa que puede realizar acciones no sólo para conseguir un beneficio propio sino también para su manada o para nosotros. 

Esto nos lleva a la necesidad del perro de comunicarse con el resto de individuos y variar su conducta para obtener el beneficio esperado. Esta conducta  viene determinada en función de la distancia a la que se encuentre el perro del resto de la manada o de nosotros.

Existen 3 distancias de relación que determinan la conducta del perro:





  1. Distancia de atención social: espacio alrededor del perro en que mantiene su atención al grupo y puede variar su conducta por influencia de éste. Es la mayor distancia a la que podemos influir en el perro. Varía según las circunstancias: os habéis fijado que en el monte en cuanto hay una curva el perro se da la vuelta, mira y espera; pero en una playa donde os tiene controlados más fácilmente esta distancia es mucho mayor. Normalmente en esta distancia no enseñaremos al perro nuevas acciones sino que solicitaremos las ya conocidas o moldearemos las acciones instintivas.
  2. Distancia individual: cercanía necesaria para interacciones sociales directas entre individuos. Es aproximadamente de 7 metros pero depende de cada perro. Cuando dos perros entran en esta distancia se establece un diálogo entre ellos a través del lenguaje corporal. Esta es la distancia donde normalmente se enseña a un perro.
  3. Distancia crítica: cercanía necesaria para que el perro se sienta agredido en situaciones que pueden comprometer su seguridad. Esta distancia se podría dividir en dos:
  • Distancia de conflicto: es aproximadamente de 30 centímetros de la cara del perro. Si dos perros entran en esta distancia y hay una situación de interacción por dominancia, posesión de recursos, etc. puede ocurrir una agresión.
  • Distancia de seguridad: es la distancia a la que sube el nivel de alerta del perro ante situaciones con el entorno: barrancos, obstáculos...

Las distancias de atención social, individual y crítica son variables de un perro a otro, de una situación a otra y pueden ser modificadas por el adiestramiento. Conociendo estas distancias podéis observar a vuestros perros y así poder influir en su conducta.



(Modificado del libro 'Adiestramiento canino cognitivo-emocional' de Carlos Alfonso López García)

lunes, 12 de noviembre de 2012

Cómo tener un perro más proactivo.

Os estaréis preguntando qué significa tener un perro proactivo y por qué es importante. No os preocupéis, ahora os lo explico.

Cuando queremos educar o enseñar acciones nuevas a nuestros perros, normalmente, tienen una fuerte dependencia de estímulos externos para iniciar y/o mantener dichas acciones, es lo que se llama tener perros reactivosEsta dependencia hace que cuando un perro se enfrenta a una situación nueva, la cual le genera estrés, no sepa gestionarla adecuadamente y busque nuestra ayuda para encontrar la solución al problema y realizar la conducta adecuada.

Si queremos que nuestro perro aprenda a gestionar mejor el estrés que le produce el enfrentarse a una situación nueva, debemos trabajar con él para tener un perro proactivo, es decir, un perro que se implique y actúe de forma activa buscando la solución al problema que se le plantea. De este modo, tendremos un perro menos dependiente de nosotros y tendrá una mayor capacidad de aprendizaje de nuevas conductas. 


Para conseguir proactividad en el perro debemos seguir unas pautas:

  1. Resolución proactiva de problemas: poner al perro en situaciones nuevas, buscando que actúe de forma no programada para conseguir un premio (comida o juguete). Estas situaciones pueden ser laberintos, comida escondida en cajas o en sitios difíciles, etc. Es importante variar continuamente los problemas y adecuar la dificultad al avance del perro. Este trabajo siempre es en positivo y nos podemos ayudar con el clicker.
  2. Ritmo de trabajo: con acciones sencillas ya aprendidas por el perro (sentado, tumbado...) realizadas de forma rápida ofreciendo comida o juego como recompensa. Sesiones cortas y muy rápidas que hagan difícil al perro seguir el ritmo, incluso dejando que se pierda. Mejora la atención y la concentración.
  3. No crear dependencia de la correa: realizar con el perro ejercicios sin correa para prevenir dos posibles problemas: que el perro necesite la correa para aprender; y que el perro se apoye en ella para solucionar cualquier problema, ya que nosotros inconscientemente podemos corregirle a través de la correa.
  4. Uso del aislamiento o time out: en sesiones de trabajo en positivo sobre ejercicios ya conocidos por el perro es tremendamente eficaz para aumentar la implicación del perro interrumpir la sesión cuando el perro cometa algún fallo. 
  5. Trabajo natural de nariz: en la obediencia, sin darnos cuenta, podemos estar ayudando demasiado a nuestro perro, sobreguiándolo (posiciones inconscientes del cuerpo, ayudas de la correa...) en un trabajo de rastro natural esto no es posible. Este trabajo refuerza la autonomía y la capacidad de concentración del perro.

De esta forma nuestro perro aprenderá a ser más proactivo y se implicará más en el trabajo cuando le queramos enseñar nuevas acciones. Y además, sabrá gestionar mejor cualquier situación nueva que le provoque estrés y encontrar por si solo la conducta correcta que solucione esa nueva situación.



(Modificado del libro 'Adiestramiento canino cognitivo-emocional' de Carlos Alfonso López García)

miércoles, 7 de noviembre de 2012

PAUTAS para la buena educación e integración del cachorro.

¡Aquí tenéis lo prometido! El tercer y último artículo dedicado al cachorro. Espero que os resulte interesante y de utilidad.

Para terminar esta serie de artículos quiero daros unas pautas para ayudaros en la educación e integración del cachorro que, correctamente aplicadas, nos ayudarán a conseguir un fuerte vínculo con el cachorro, de tal forma que nos asuma como guías y le encamine a la obediencia real y confiada sin afectar en absoluto la nueva relación.

Socialización: es MUY IMPORTANTE darle al cachorro la opción de conocer diferentes ambientes (ciudad, campo, interiores...), diferentes personas, jugar con niños, conocer otros perros, otros animales...Cuanto más podamos sacarle a sitios nuevos y más experiencias reciba mejor. La exposición a estos estímulos debe ser medida y gradual. 

Liderazgo: a partir de que el cachorro ya tiene un vínculo con nosotros tras unos días debemos dejarle claro que tenemos autoridad sobre él, por dos razones: es lo que de forma natural pasaría en la camada y haciéndolo en este momento evitamos conflictos posteriores con el perro.

Lo que NO hay que hacer
  • Castigarle con el collar o correa.
  • Castigarle por no aprender acciones.
  • Castigarle progresivamente.
  • Ser inconsistente en el castigo.
  • Causarle dolor físico.
  • Causarle un shock emocional (golpearle con periódicos, exageración de gritos...).
  • Darle mucha importancia a su mal comportamiento.
  • Mantener una actitud enfadada con el cachorro tras el castigo.
  • Castigarle por hechos pasados.
  • Aplicarle castigos incomprensibles.
  • Castigarle para que aprenda a hacer sus necesidades.
Lo que SI hay que hacer: acciones y trabajos equivalentes a los naturales.
  • Ponernos a comer en una mesita baja algo apetitoso para el perro, cuando se acerque intentando "robar" un bocado le empujamos sin decirle "no" ni prestarle atención luego, si vuelve a insistir repetimos hasta que no moleste. Al terminar, no debemos ir a buscarle para acariciarle, le ignoramos salvo que se acerque, en cuyo caso jugamos con él. Esta es la forma de los adultos de tratar a los cachorros en la mayoría de los cánidos salvajes cuando hay comida de por medio.
  • "Nada es gratis", pedirle que ejecute un ejercicio antes de conseguir algo, por ejemplo tumbado y quieto frente a la comida.
  • Ponerle al perro de comer después de comer nosotros.
  • Enseñar al cachorro la orden de FUERA, que indica que se aleje de nosotros y nos deje tranquilos.
  • Debemos ser nosotros quienes iniciemos y terminemos los juegos.


Manipulación: es necesario acostumbrar al perro a aceptar la manipulación por parte de nosotros. Debemos conseguir que el perro acepte ser manipulado toda la vida sin asociarlo siempre a castigo o siempre a recompensa. Hay tres tipos de manipulación:
  • El castigo jerárquico, zamarreándole.
  • El juego.
  • La manipulación como guía para inducción de tranquilidad (acariciar al perro en cara, orejas, patas, cuello...).


Enseñanza del "NO": debe significar para el perro "eso que estás haciendo es incorrecto". Según el tono que le demos variará desde ser informativo hasta ser una prohibición con efecto de castigo jerárquico, por ello su enseñanza correcta es tan importante como difícil.


Entrenamiento de jaula: es importante enseñar lo antes posible al cachorro a permanecer tranquilo y relajado dentro de una jaula o transporting. Ventajas:

  • Facilidad para el transporte del animal.
  • Ayuda a prevenir la ansiedad por separación.
  • Ofrecerle un sitio tranquilo, disminuyendo la ansiedad que aparece al llegar a sitios nuevos.
  • Tener un lugar donde aislar al perro si éste se muestra muy pesado o nuestro humor puede enfadarnos.


Necesidad de ejercicio: el cachorro debe hacer ejercicio diariamente. Cubrir esta necesidad ayuda a su buen desarrollo. Los paseos son un buen momento para mejorar la vinculación y ayudan a disminuir las conductas destructivas dentro de casa. Un cachorro ha hecho ejercicio suficiente si al volver del paseo se tumba a dormir, si durante el paseo se acuesta o para jadeante estamos sobreejercitándole.

Estas pautas constituirán la base de nuestra futura relación con el perro generando una confianza mutua y una relación sana y natural.



(Modificado del libro 'Adiestramiento canino cognitivo-emocional' de Carlos Alfonso López García)