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lunes, 13 de abril de 2015

Contracondicionamiento estático en tu perro

El condicionamiento inverso o contracondicionamiento es una de las técnicas que existen para modificar las conductas en los perros. Seguro que habrás oído hablar de ella. Consiste en enseñar al perro una acción incompatible con la que queremos modificar o eliminar en una determinada situación. Aunque no es tan sencillo como puede parecer. Se cometen errores por no saber que existen dos tipos de condicionamiento inverso, estático y dinámico, utilizándolos de forma equivocada. Este artículo está dedicado al contracondicionamiento estático, ¿en qué consiste? ¿cuándo usarlo?



Para modificar conductas en un perro no hay una única solución mágica, un manual que diga "haz esto y lo otro y estará solucionado", no funciona así. No funciona porque depende de las circunstancias de cada perro (y de cada dueño).  Lo que voy exponiendo en este blog hay que adaptarlo, por eso no es tan fácil, y en ocasiones bastante complicado. 

Lo que sí tenemos son herramientas prácticas o técnicas que nos pueden ayudar a cambiar una conducta determinada del perro. Una de ellas es:

El "condicionamiento inverso estático", que consiste en enseñar al perro una acción que sustituya a la que queremos modificar o eliminar que implique inmovilidad en el perro en cualquier posición.

Significa que pediremos al perro que se siente, se tumbe y/o se quede quieto (preferiblemente enfocando su atención en el dueño) cuando aparezca la situación que hace que realice la conducta inadecuada. Estas acciones irán siempre asociadas a un refuerzo positivo para desensibilizar al perro a esas situaciones. Con esto enseñaremos al perro una conducta alternativa a la vez que estaremos positivizando aquello que le provoca miedo, fobia o el estímulo que le hace reaccionar.

¿Se puede usar en todas las situaciones? No. Y esto es lo importante: el contracondicionamiento estático se debe utilizar para contracondicionar conductas que requieren extinguir una actividad y/o inducir tranquilidad en el perro.

Es un error usar el condicionamiento inverso estático (pedir al perro que se siente, se tumbe o se quede quieto) cuando la conducta que se quiere modificar implica gasto de energía o movilidad por parte del perro. Lo único que estaríamos haciendo es cargar al perro con una mayor motivación o estrés y llevándole a niveles emocionales excesivos.

Tres ejemplos de contracondicionamiento estático podrían ser:

- Enseñar al perro a sentarse para saludar: este es el ejemplo típico. A un perro que salta cuando saluda a personas se le puede enseñar a que se siente para ser saludado (estar sentado es incompatible con saltar). Aunque si tenemos un perro que se excita demasiado, podría no ser una buena idea, ya que haciendo que se siente, estaremos presionando su motivación como un muelle que cuando se libera tiene mayor energía, y en este caso, mayores ganas de saltar.

- Enseñar al perro a pararse al llegar al borde de la acera: se le puede enseñar a no bajarse de la acera mientras va andando y así no cruzar la carretera. Seguro que antes de cruzar un paso de cebra durante los paseos con tu perro, haces que se detenga y/o se siente. (Mi perro Biotz, aún suelto, se para y se sienta en la acera sin que se lo pida cuando nos paramos antes de cruzar la calle, practiqué para que así fuese).

- Enseñar al perro a tumbarse cuando hay comida en una mesa: si se le enseña al perro a tumbarse cuando hay comida en una mesa, no pondrá las patas encima mendigando comida.

Siempre hay que tener en cuenta con qué estado emocional se trabaja con el perro. No puedes pedir a un perro que se siente, se tumbe o se quede quieto si la situación le sobrepasa emocionalmente. El contracondicionamiento, en este caso el estático, junto con la desensibilización, se deben trabajar en situaciones controladas lo máximo posible, emocionalmente activado por el estímulo en concreto pero sin llegar a descontrolar para que su sistema cognitivo funcione y pueda ser capaz de atender y realizar las acciones que se le piden. 



 


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3 comentarios:

  1. Hola Ricardo, crees que este método pueda utilizarse para evitar el ladrido compulsivo del perro? por ejemplo, enseñarle a coger una pelota o juguete para mantener la boca ocupada... (aquí me surge el problema de que el juguete luego se convierta en otra actitud ansiosa...)

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    Respuestas
    1. Hola Carolina. Lo puedes usar, más bien sería un contracondicionamiento dinámico (próximo artículo). Pero tienes que tener en cuenta que el ladrido compulsivo suele ser el síntoma de un problema, no el problema en sí. Hay que averiguar la causa o el porqué: cuando ve algo determinado, cuando se queda solo para llamar la atención, por ansiedad, por estrés porque no sabe relajarse... Y actuar sobre el problema de fondo.

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