Translate

miércoles, 17 de octubre de 2012

Tu perro y la pelota: una relación "obsesiva"



"Qué tendrá la pelota que tanto les gusta a los perros". Ésto es lo que me comentaba una señora el otro día cuando paseaba con Biotz mientras ella le lanzaba una y otra vez una pelota a su perrita.

¿Quién no ha jugado con su perro o perra a tirar una pelota? Jugar a lanzar una pelota a tu perro saca el lado cazador que hay en él, es algo que todo perro lleva en sus genes. Como es lógico, unas razas están más predispuestas que otras. Tú te diviertes viendo cómo corre detrás de la pelota y él se lo pasa genial y llega a casa jadeando y cansado.

¿Todo este ejercicio que hace el perro es "natural"? O dicho de otra forma, ¿Estamos pensando en la necesidad del perro de hacer ejercicio o en que tenemos poco tiempo y queremos que el perro se canse lo antes posible para que en casa esté tranquilo?

En la Naturaleza, una manada de lobos o de perros salvajes recorren largas distancias a lo largo del día en busca de alimento, y en este ejercicio que hacen no hay nada de excitación y ansiedad. Todo lo contrario de lo que nosotros fomentamos en nuestros perros, a través de juegos que les excitan y les crean ansiedades.

El juego de tirar una pelota (o un palo, o cualquier cosa) tiene un lado oscuro, se llama obsesión. Tu perro puede llegar a obsesionarse de tal forma que no pare de ladrar, le produzca taquicardias y, en definitiva, le reste años de vida. Para evitar que tu perro llegue a obsesionarse con la pelota, el ejercicio que le debes proporcionar tiene que estar basado en los paseos diarios y en juegos controlados con otros perros y contigo. Qué quiero decir con "juegos controlados": juegos en los que tú controles la excitación de tu perro y que si sobrepasa cierto nivel, el juego se termine. Es decir, que tengas total control del estado emocional de tu perro. Además, tiene que aprender a desconectar del juego una vez que lo hayas dado por finalizado.

Cómo jugar correctamente con tu perro a lanzar una pelota.

  • Tú inicias el juego y tú lo terminas.
  • No juegues siempre en los mismos lugares.
  • Si tu perro te pide la pelota ladrando, no se la des.
  • Aplica el Principio de "nada es gratis": si quieres la pelota, tienes que hacer algo. Tu perro debe aprender a esperar, dile que se siente o se tumbe, lanza la pelota y hasta que no te mire no le des la orden de ir a por ella.
  • Aprovecha a ejercitar la obediencia.
  • No juegues más de 10 o 15 minutos, es suficiente.
  • No guardes la pelota hasta que tu perro se haya calmado. Hay que enseñar al perro a que una vez finalizado el juego no puede tocar la pelota y de esta forma que pueda aprender a desconectar.
En mi opinión, la mejor forma de jugar con tu perro y una pelota es esconderla y que la encuentre con la nariz:

  • El perro usa la nariz y no los ojos, por lo que estamos fomentando la utilización de su mejor sentido.
  • Con menos repeticiones, el perro se cansa más y de una forma más natural. 5 minutos de búsqueda ininterrumpida son mejores que lanzarle 100 veces la pelota.
  • Es un ejercicio con menos excitación.
  • Se puede aplicar el Principio de "nada es gratis".

En resumen, para prevenir la obsesión de tu perro con la pelota es mejor que controles su nivel de excitación y que el juego tenga una estructura, es decir, tú lo inicias y lo finalizas y durante el juego aplicas ejercicios de obediencia. Además, en mi opinión, es mejor jugar a ejercicios de búsqueda en los cuales el perro utilice la nariz, que fomentar el instinto de caza usando los ojos del perro.








lunes, 15 de octubre de 2012

AUTORIDAD: un término polémico

                       
Últimamente, me encuentro con personas que se ponen histéricas cuando oyen cualquier referencia a las palabras "castigo" (corrección) o "autoridad" con respecto a los perros. Por lo que me he propuesto explicar aquí qué entiendo yo por "meter autoridad" a un perro.

Sé que está de moda todo lo relacionado con el adiestramiento en positivo y yo no quiero entrar en ningún debate. Hay diferentes formas de adiestrar a un perro, todas válidas siempre y cuando se respete al perro como animal y no se le maltrate. Pero quiero dar mi punto de vista sobre el tema de la autoridad.

¿Qué es la AUTORIDAD?

La autoridad es conocimiento: el saber las consecuencias de la no obediencia. Es algo natural y que no podemos obviar en la educación de un perro. Aparece como consecuencia de la convivencia con nuestros perros y del vínculo que tengas con él.

Para que se vea más claro, voy a poner dos ejemplos:
  • La autoridad que tienen los padres sobre sus hijos. Si éstos no hacen caso a la hora de cruzar una calle y pasan en rojo, puede ocurrir algo fatal. Los padres tienen autoridad porque saben las consecuencias de que sus hijos no obedezcan.
  • Si yo me subo a un tejado con alguien que arregla tejados, en ese momento esa persona tiene autoridad sobre mí. Ya que si no le obedezco y no piso donde él me diga me podría caer.

¿Cómo "metemos" esa autoridad?

La respuesta está en los límites y limitaciones que les ponemos, tanto en casa como fuera, a través de la convivencia. Ésto es importante porque cuanto mayor vínculo tengamos con nuestro perro, más natural será nuestra autoridad sobre él. Igual que lo harían su madre o los hermanos de camada con las correcciones y la atención social como refuerzo positivo.

Por lo tanto, la autoridad es algo natural que no debemos tener miedo a la hora de hablar de ella. Es más, tenemos la obligación de aplicarla por la seguridad de nuestros perros ya que nosotros sabemos las consecuencias de que no nos obedezcan.




jueves, 11 de octubre de 2012

La importancia de cubrir TODAS las necesidades del perro.

Por fín me he decidido y aquí estoy, escribiendo en un blog mis experiencias como educador canino y ayudar con estos artículos a difundir algunos consejos para que tengamos perros mejor educados. Así que.....¡¡¡al lío!!!.

Quiero empezar hablando de las necesidades que tiene un perro y la responsabilidad que tenemos de cubrirlas TODAS. Debemos tener claro que cuando adquirimos un perro tenemos que satisfacer todas las necesidades que pueda tener, si no queremos tener futuros problemas de conducta. Dichas necesidades son:                                                                                                                                    
  • Ejercicio. 
  • Estimulación mental.
  • Atención social.
  • Darle alimentos.
  • Cuidar de su salud.

Un caso que he tenido recientemente:
Un mestizo de mastín de los Pirineos con pastor alemán de 1 año y 2 meses. Sus dueños tienen una casa con terreno donde lo tienen como perro de guarda ya que suelen ir los fines de semana. Creyendo que con ese terreno ya era suficiente no se molestaron en sacarle todo lo necesario y cuando lo hacían se portaba fatal, además empezó a realizar agujeros en el césped del patio y rompía los árboles. Y es por este motivo por lo que me llamaron después de que empezaran a dejarlo atado cuando no estaban.

¿Cuál era el problema? La falta de estímulos y la energía acumulada hacían que el perro se desahogara realizando destrozos. Pero como no sabían cómo sacarle de paseo tuvimos que empezar de cero. Y planteé una estrategia basada en 3 aspectos:
  1. Ejercicio físico a través del paseo enseñando a ir bien de la correa.
  2. Obediencia básica e inducción de estados emocionales más relajados del perro dentro de casa.
  3. Y estímulos mentales a través del juego y la utilización de la nariz.
Sumando a todo ésto la Regla de Oro de la modificación de conducta: "para que un perro cambie su conducta, primero el dueño tiene que cambiar la suya". Sus dueños debían cambiar su postura frente a su perro. Éste ha mejorado pero la clave está en la constancia y el trabajo a largo plazo. Así que sus dueños tienen que seguir trabajando con él.

Este caso demuestra la importancia de cubrir TODAS las necesidades de un perro para no tener problemas. Creemos que viviendo con nosotros para el perro es suficiente pero no nos paramos a pensar que tienen necesidades distintas a las nuestras y que si queremos tener un perro sano y equilibrado se las tenemos que cubrir.