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lunes, 25 de marzo de 2013

La conducta de rescate de los cachorros en las madres caninas

Los comportamientos innatos (genéticos), motivados internamente, son denominados pautas motoras. Cada una de ellas tiene una activación, un índice de expresión y un momento de desactivación, después del cual nunca más vuelve a aparecer.

Un buen ejemplo de la activación, el índice de expresión y la desactivación de una pauta motora concreta es la conducta de rescate de los cachorros en las madres caninas: la madre escucha a uno de sus cachorros dando una llamada angustiosa, sale del nido y se acerca al lugar de donde proviene la llamada, recoge al cachorro y lo lleva de nuevo al cubil donde lo deja con el resto de la camada.

La pauta motora de rescate del cachorro en la madre se activa cuando ha nacido el último de ellos y se desactiva 13 días después, momento en el que por mucho que el cachorro emita la llamada su madre no acudirá a recogerlo.





Cada llamada de rescate del cachorro es idéntica en tono, amplitud (volumen) y duración. Es una llamada específica de la especie, al igual que el canto de las aves. Sólo emiten estas llamadas los cachorros y en una situación muy concreta: cuando están perdidos. El cachorro emite esta llamada sin interrupción hasta que es rescatado. 


La activación de esta conducta innata se produce en el mismo momento de nacer y la desactivación ocurre aproximadamente 4 semanas después, al final del periodo de lactancia.







La activación y desactivación de la conducta de rescate en la madre es muy ilustrativa de la cautela que hay que tener a la hora de interpretar la conducta del perro y otorgarles caracteres humanos. 

lunes, 18 de marzo de 2013

La depresión reactiva

Es una afección básicamente emocional que consiste en reaccionar ante un entorno que el perro no sabe gestionar, entrando en un estado apático, indiferente al entorno y sin interactuar con él.

El perro suele permanecer postrado y pierde interés por comer y beber. También es frecuente que al realizar cualquier conducta muestre niveles de ansiedad superiores a lo normal.

La depresión reactiva puede aparecer:
  • Tras situaciones de pérdida (abandono, muerte de otro perro de la casa, desaparición de un miembro de la familia...).

  • Como consecuencia de un shock (atropellos, fuertes caídas...).

  • O como reacción a situaciones inmanejables (adiestramiento violento o incoherencia en el adiestramiento -castigar una conducta antes premiada-).

Normalmente el perro se recupera solo en menos de dos semanas (de 8 a 10 días); si no sucede así es necesario tratar la depresión, que podría agravarse hasta llegar a la muerte del perro.

El tratamiento recomendado combina el uso de antidepresivos con trabajos de adiestramiento conocidos y positivos para el perro. Si no conoce ninguno se puede enseñar acciones básicas, particularmente el JUNTO (contracondiciona el estado de postración del perro) que premiaremos mucho.

Trataremos de que el perro consiga experiencias exitosas y esto le haga buscar una interacción cada vez mayor con su entorno.

lunes, 11 de marzo de 2013

Cómo hacer para que el perro no coma cosas del suelo

Sé que es un tema que preocupa a mucha gente y que es bastante común, además me han propuesto que escriba del tema, así que me he puesto a ello. 

En este artículo quiero dar unas pautas para poder trabajar con el perro y solucionar este problema. Me voy a referir al problema de que el perro coma comida del suelo pero lo que voy a exponer también es válido para trabajar si come cualquier otra cosa.

Para modificar el mal comportamiento de un perro en una situación determinada hay que exponer al perro a esa situación, por supuesto controlada por nosotros, y enseñarle la opción correcta. 

¿Cómo trabajar?

A) Coger un trozo de comida que le guste al perro (pan, salchicha...) y salir a la calle a un lugar tranquilo para poder trabajar y recrear la situación en la que se porta mal:

1. Poner el trozo de comida en el suelo y con el perro atado pasear a cierta distancia asegurándonos de que el perro sabe que hay comida en el suelo.

2. Cada vez que se pase cerca de la comida y no la mire felicitar al perro repetidamente con MUY BIEN, MUY BIEN, MUY BIEN... haciendo que su atención se centre en nosotros y parar el paseo para jugar unos segundos con él.

3. Si al pasar cerca mira la comida, pequeña corrección con la correa diciéndole NO sacando esa presión que metemos al perro hacia nosotros invitándole con un gesto a acercarse, felicitándole con un MUY BIEN si nos mira.

4. Jugar con la distancia al trozo de comida hasta que podamos pasar por encima de ella sin que el perro le preste atención porque va pendiente de nosotros. Si lo hace que sea una fiesta total: juego, juego y juego.

Una vez que hayamos conseguido que el perro no preste atención a la comida después de trabajar durante varias sesiones, es el momento de repetir todo el proceso, esta vez con el perro suelto pero con una correa larga puesta para poder tener control del perro en un momento dado.

B) Es recomendable trabajar el autocontrol del perro:

1. Tumbar al perro y ponerle el trozo de comida delante haciendo que se quede quieto en el sitio durante cada vez más tiempo sin poder tocar la comida.

2. Cuando veamos que no presta atención al trozo de comida y nos mira, cogemos y se la damos. Así aprenderá también a que la comida del suelo no se toca a no ser que seamos nosotros quienes se la demos.

C) Consolidar la obediencia básica (quieto, sentado, tumbado...). A través de la obediencia tendrás un mayor control del perro.

Además de todo lo que he expuesto, aprovecha todas las situaciones en las que el perro falle en el día a día, corta su mala acción y trabaja en ese mismo momento. No te vayas del lugar hasta que consigas pasar con el perro y haya ignorado la comida.

Cuando veas que va habiendo progresos e ignore de vez en cuando algún trozo de comida, felicítale efusivamente y juega con él.

Ten claro que cualquier cosa que quieras conseguir del perro es a través de invertir tiempo, trabajo y paciencia. Es mejor ir demasiado despacio que un poco rápido: antes de avanzar consolida el paso anterior.



lunes, 4 de marzo de 2013

¿Qué es la impronta?

La impronta o imprinting aparece entre la quinta y la octava semana de vida del perro, es el espacio de tiempo que transcurre entre el inicio de la madurez sensorial y la madurez de las estructuras nerviosas que controlan la respuesta de miedo frente a situaciones nuevas.

En este periodo los perros reciben la impronta de los estímulos del medio que estarán presentes a lo largo de su vida y les servirá para juzgar las situaciones y tomar decisiones en el futuro. En la impronta influyen los seres de su misma especie, los alimentos y todo aquello que posteriormente tendrá un importante papel en la vida del perro. 

Si los cachorros no "pasan" por la impronta con la exposición a los humanos antes de que alcancen la octava semana de vida, nunca los considerarán como compañeros de manada

Es posible que seamos capaces de conseguir que se adapten, del mismo modo que somos capaces de domesticar a los animales salvajes, pero el lazo de unión entre hombre/perro que es tan característico de la relación dueño/perro no se establecerá.

La impronta es irreversible, no puede ser eliminada o modificada una vez que se ha establecido. Los perros que no se hayan improntado con el humano no serán capaces de acomodarse a la sociedad humana como animales de compañía.

lunes, 25 de febrero de 2013

Juego vs Golosinas

Hace unos días, paseando con Biotz por un parque, se me acercó una chica preguntándome si tenía algún tipo de golosina para perros porque a ella se le habían acabado. Me comentó que estaba llamando a su perro y como ya no tenía no le hacía caso. 

Después de esta experiencia me propuse escribir este artículo.

Me parece que hemos pasado de esa etapa oscura del adiestramiento clásico de mano dura al extremo contrario, a tener al perro como un ser casi mítico, donde tocarle se ha convertido en algo tabú y que enseñarle con comida es lo mejor que hay. En mi opinión, los extremos nunca son buenos.

Hay que desmitificar los premios de comida (golosinas, salchichas...), se han convertido en el refuerzo principal y casi único para recompensar buenas acciones del perro. Cuando deberían ser una ayuda más para aumentar el refuerzo en casos muy puntuales. Además, la ingesta de golosinas para perros es fuente de desequilibrios alimentarios y posibles problemas de sobrepeso. 

Por otro lado, hay que reivindicar el juego como base del aprendizaje del perro y como refuerzo primario. El contacto físico, la interacción directa es fundamental para una buena relación entre dueño y perro, y el juego es su mejor manifestación. 

Tenemos que dejar la vergüenza, junto con las golosinas, en casa y recompensar las acciones positivas del perro con un MUY BIEN, una caricia o retozando por el suelo jugando con el perro. De esta forma, TÚ te conviertes en la recompensa del perro, TÚ eres su mayor motivación, contigo se lo pasa fenomenal y lo que le quieras enseñar lo aprenderá de una forma más fluida y natural. Lo curioso es que muchas personas nunca han tocado a su perro de esta forma.

No nos transformemos en expendedores de comida que cuando se acaba, el perro pierde todo su interés en nosotros (como le pasaba a la chica del parque), enseñemos a nuestros perros a través del contacto físico, de la manipulación, del juego y veremos que su atención hacia nosotros aumentará increíblemente. 

Usa las golosinas en casos puntuales pero siempre como algo secundario nunca como premio principal o único si quieres tener una estrecha relación emocional con el perro y enseñarle de una forma más natural. 


EL JUEGO ES LA FORMA NATURAL DE APRENDIZAJE DEL PERRO.

TÚ ERES LA MEJOR RECOMPENSA PARA TU PERRO