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lunes, 27 de mayo de 2013

Cómo trabajar los estados de calma en el perro

Los que habéis leído otros artículos míos o los que me seguís en Twitter ya sabéis que no utilizo frecuentemente los premios de comida, creo que el contacto físico a través del juego es una manera más natural y mejor de enseñar y tener una buena relación o vínculo con el perro.

Pero, esto no significa que este tipo de recompensas no sean útiles. Se usan para enseñar habilidades y para algo que, creo, es mucho más importante: para inducir y trabajar estados emocionales de calma.




¿Cómo?

1. Deja al perro quieto sentado o de pié, le recompensas por ello y te alejas unos pasos sin decirle nada.

2. Esperas el tiempo necesario para que el perro por su propia iniciativa se siente o se tumbe, entonces le vuelves a premiar y a alejarte. 

3. Cuando se tumbe con el culo hacia un lado le vuelves a recompensar.

4. Si apoya la cabeza en el suelo, tiene premio.

5. Así hasta que se tumbe de costado con todo el cuerpo (como en la foto).

6. Si en alguna ocasión se mueve y rompe el ejercicio, le colocas en quieto y vuelta a empezar.

¿Qué conseguimos con este ejercicio? Que el perro esté con una postura corporal cada vez más relajada y, en consecuencia, su cerebro le induzca relajación.

No le estamos enseñando ninguna acción en concreto, sino que le estamos recompensando un estado emocional: calma y tranquilidad.



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lunes, 20 de mayo de 2013

Algunas diferencias entre el comportamiento humano y el canino

En esta ocasión os quiero hacer resaltar algunos errores que se cometen por usar con los perros el comportamiento y el lenguaje corporal que utilizamos entre nosotros.

Nuestro comportamiento como humanos y las relaciones entre nosotros están tan incrustados en nuestra cultura,y hasta en nuestros genes, que nos es muy difícil darnos cuenta que también los usamos cuando nos relacionamos con nuestros perros.

Lo que debemos hacer es aprender de las relaciones entre los perros como especie y aplicar su lenguaje corporal y su comportamiento en nuestra interacción con ellos. ¿Por qué? Porque podemos y sabemos hacerlo, ellos al revés no pueden.

Aquí tenéis algunas diferencias entre el comportamiento humano y el canino:




> Los humanos solemos expresar afecto abrazándonos, buscamos lo que se denomina contacto "ventral ventral" ---unión de la parte superior del cuerpo--- como una manera de sentirnos conectados.


  • Sin embargo, para un perro poner una pata delantera encima del hombro de otro es por lo general una demostración de estatus social.

> Los humanos nos saludamos avanzando directamente de frente, con las manos extendidas y mirándonos a los ojos.





  • En cambio, los perros evitan el contacto visual directo y los acercamientos frontales cuando se encuentran con un perro desconocido. Además, para conocerse usan el olfato en lugar del contacto visual.


> Los humanos nos caracterizamos por la capacidad de hablar. Es tan flexible nuestro lenguaje verbal que para indicar una misma acción tenemos muchas formas de expresarlo. Un ejemplo puede ser "ven aquí", "ven", "vamos, aquí"...Además solemos tender a repetirnos "ven, ven...¡VEN!", e ignoramos lo que nuestro cuerpo está expresando en ese momento.

  • Los perros se basan en el lenguaje corporal para relacionarse y pocas veces usan el ladrido. Son capaces de relacionar un sonido a una acción determinada pero se fijan más en nuestros gestos que acompañan al sonido.



Estos son algunos ejemplos, cada uno debe observar y aprender de la interacción de su perro o perros con otros de su especie y ser capaz de asimilar esos comportamientos en vuestra relación y mejorar así la comunicación bidireccional.

lunes, 13 de mayo de 2013

La retroalimentación de la conducta ansiosa del perro

La ansiedad es una respuesta natural de desasosiego e inquietud ante situaciones incómodas, sorprendentes o inmanejables y funciona como estímulo interno para buscar modificar la situación o entenderla.

Se habla de ansiedad patológica cuando ésta se mantiene o aumenta de forma endógena (interna) sin que las condiciones del entorno influyan, volviéndose inmanejable por el perro.

Este tipo de ansiedad presente en fobias, en los distintos miedos y en la ansiedad por separación, hace entrar al perro en una espiral de autoestimulación que le impide alcanzar un estado de tranquilidad y equilibrio.

Esquema de la ansiedad patológica:


Las flechas finas y números negativos muestran el camino de la conducta ansiosa. Los pasos 2-, 3-, y 3'- forman un círculo, es el llamado efecto feed-back en que la conducta ansiosa se retroalimenta y, por tanto, se mantiene e incluso se fomenta.

Las flechas gruesas y números positivos muestran vías de actuación para normalizar al perro. Normalmente los perros con conductas ansiosas y fobias muestran procesos de feed-back evidentes.

Los perros más sensibles son los que, acusando el estímulo excitante más de lo normal, no muestran retroalimentación y se recuperan solos en un tiempo determinado.



Para trabajar con perros con fobias o con ansiedad por separación es fundamental la interrupción del proceso de retroalimentación de la conducta ansiosa.




(Modificado del libro 'Adiestramiento canino cognitivo-emocional' de Carlos Alfonso López García)

lunes, 29 de abril de 2013

Cómo reforzar el "NO"

Hay perros que no tienen bien interiorizado el significado del comando NO y sus dueños tienen dificultades para controlar malas acciones a distancia.


El comando NO debe significar para el perro "eso que estás haciendo es incorrecto". Según el tono que le demos variará desde ser informativo para el perro, como decirle frío-frío cuando le estamos enseñando algo y no encuentra la solución correcta, hasta ser una prohibición con carga de autoridad.

La enseñanza del NO enérgico de prohibición es fundamental para la tenencia de un perro ya que nos da la posibilidad de cortar una acción ilícita a distancia y por lo tanto tener más control sobre el perro.

¿Cómo reforzamos el comando NO enérgico de prohibición?

1. Poner al perro una correa larga y a la vez que le decimos NO pisarla y realizar una corrección.

2. Realizar un fuerte sonido con una bocina o con unas palmadas fuertes al mismo tiempo que le decimos NO.

3. Lanzar al lado del perro unas llaves o una botella con algo que haga ruido a la vez que le decimos NO.

Lo importante es cortar la acción ilícita por sorpresa y aprovechar esos escasos segundos de confusión del perro para desviar su atención hacia otra cosa, preferentemente hacia nosotros llamándole y recompensándole cuando llegue a nuestro lado.

Al final, habremos reforzado tanto el comando NO que, sólo con decirlo, el perro dejará de realizar lo que está haciendo y se acercará a nosotros.

lunes, 22 de abril de 2013

Cómo habituar al perro al transportín

El transportín puede convertirse para el perro en un lugar privado y, dada la ausencia de estímulos, en una "cámara de relajación". 

El enseñarle a estar tranquilo en una jaula o transportín facilita el transporte del perro, ayuda a prevenir la ansiedad por separación y permite ofrecerle un sitio tranquilo y familiar cuando se viaja disminuyendo la ansiedad que aparece en los perros al llegar a sitios nuevos.

Varias formas de habituar al perro al transportín:

1. Darle de comer en él quitando la puerta o dejándola abierta y ofreciéndole un sitio cómodo donde dormir poniendo una colchoneta.

2. Si muestra mucha resistencia a entrar, se puede colocar solo media jaula (en los tipos de transportín que se pueden dividir en dos) a modo de cama. Cuando se haya acostumbrado a descansar en ella, se coloca la parte de arriba.

3. Lo normal es que las primeras veces que se cierre la puerta el perro llore e intente salir, aunque ya duerma en él y lo vea como algo positivo. El procedimiento a seguir es dejarle salir cuando cese de llorar, nunca cuando gimotea. Si el perro no deja de llorar se puede hacer un ruido que llame su atención y cuando se calle brevemente abrir la puerta del transportín.

4. En cachorros un sistema ideal es agotarles físicamente antes de meterles dentro y que, por cansancio, se duerman enseguida. Es inadecuado meter al cachorro las primeras veces cuando está fresco y con ganas de actividad.

5. El tiempo que permanece el perro dentro del transportín con la puerta cerrada se debe aumentar muy poco a poco, empezando con unos pocos segundos abriendo la puerta siempre cuando el perro no llore y esté relajado. Además, también es recomendable ir alejando progresivamente la jaula de nuestro lado, hasta que pueda permanecer el perro dentro, tranquilo y fuera de nuestra vista.

Que un perro pueda permanecer tranquilo en un transportín tiene además dos usos importantes en el adiestramiento:

A) Aislamiento o time out: cuando el perro se encuentra en una situación positiva y realiza una conducta indeseable le sacamos de esa situación metiéndole en el transportín.
B) Para no estropear la relación con el perro: tener un lugar donde aislar al perro si se muestra muy pesado o si nuestro humor hace previsible que nos enfademos con él.



Hay que tener en cuenta algo MUY IMPORTANTE: un perro, especialmente un cachorro, no debe permanecer más de 4 o 5 horas seguidas en una jaula y que el transportín no debe ser usado para no atender las necesidades de ejercicio, contacto social y juego del perro