Muchos perros de raza pequeña ladran y tienen un mal comportamiento cuando se les acercan personas u otros perros. No es casualidad, lo hacen porque se sienten totalmente inseguros y han aprendido que una persona u otro perro suponen una amenaza para ellos.
Pero, ¿por qué ésto es así? Porque los dueños de estos perros les han transmitido sus inseguridades y miedos cogiéndolos en brazos ya que piensan que no pueden controlar la situación.
Con esta actitud lo que hacen, inconscientemente, es enseñar a sus perros a tener miedo a todo lo que se les acerque y reaccionan ladrando y en ocasiones mordiendo.
Por eso es importante permanecer tranquilos y seguros, dejar que el perro aprenda a gestionar las situaciones que le generan estrés y no transmitirles nuestras inseguridades y miedos.
Si el perro ya tiene este problema, lo mejor que podemos hacer es trabajar con las distancias al estímulo y con su nivel de emoción. Es decir, recompensar al perro cada vez que aparezca el estímulo y que su nivel de emoción (miedo, fobia...) sea bajo, de tal forma que vayamos acortando la distancia y que cada vez tolere un mayor nivel de emoción hasta que el perro sea capaz de autocontrolarse en presencia del estímulo.
En definitiva, A LOS PERROS DE RAZAS PEQUEÑAS NUNCA HAY QUE COGERLOS EN BRAZOS PARA SACARLES DE SITUACIONES COMPROMETIDAS, TENEMOS QUE DEJAR QUE SE ENFRENTEN A ELLAS Y QUE APRENDAN A SOLUCIONAR DICHAS SITUACIONES. Tenemos que darnos cuenta que somos nosotros los que les inducimos su mal comportamiento.
Pero, ¿por qué ésto es así? Porque los dueños de estos perros les han transmitido sus inseguridades y miedos cogiéndolos en brazos ya que piensan que no pueden controlar la situación.
Con esta actitud lo que hacen, inconscientemente, es enseñar a sus perros a tener miedo a todo lo que se les acerque y reaccionan ladrando y en ocasiones mordiendo.
Por eso es importante permanecer tranquilos y seguros, dejar que el perro aprenda a gestionar las situaciones que le generan estrés y no transmitirles nuestras inseguridades y miedos.
Si el perro ya tiene este problema, lo mejor que podemos hacer es trabajar con las distancias al estímulo y con su nivel de emoción. Es decir, recompensar al perro cada vez que aparezca el estímulo y que su nivel de emoción (miedo, fobia...) sea bajo, de tal forma que vayamos acortando la distancia y que cada vez tolere un mayor nivel de emoción hasta que el perro sea capaz de autocontrolarse en presencia del estímulo.
En definitiva, A LOS PERROS DE RAZAS PEQUEÑAS NUNCA HAY QUE COGERLOS EN BRAZOS PARA SACARLES DE SITUACIONES COMPROMETIDAS, TENEMOS QUE DEJAR QUE SE ENFRENTEN A ELLAS Y QUE APRENDAN A SOLUCIONAR DICHAS SITUACIONES. Tenemos que darnos cuenta que somos nosotros los que les inducimos su mal comportamiento.
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