En el vídeo puedes ver cómo llamo a mi perro Biotz poniendo en práctica las distintas fases, pero ¿cuales son?
1/ Llamar su atención: el perro debe aprender a atender al instante cuando oye su nombre y girar la cabeza y con ella el cuerpo. Es el inicio de la llamada y punto clave para tener éxito. Muchos perros no atienden correctamente a su nombre porque o no se le ha asociado bien o porque de tanto repetirlo una y otra vez en cualquier situación el perro ha dejado de prestar atención.
2/ Pedirle que venga: se usa una orden verbal como VEN AQUÍ para indicarle que se acerque acompañado de un gesto que siempre debe ser el mismo.
3/ Confirmarle que lo está haciendo correctamente: cuando inicie el movimiento de acercarse, es fundamentar confirmarle esa acción diciéndole con voz alegre MUY BIEEEN para enfocar su atención en el dueño y lo tenga como objetivo. Por cierto, confirmar no es igual que recompensar.
(http://youtu.be/xq8tMzgaKEs)
4/ Estabilizarle: o lo que es lo mismo, que cuando llegue, que se quede quieto, ya sea de pie o sentado. Esta acción le da autocontrol y hace que la llamada no sea inestable, lo que provoca a largo plazo que el perro cada vez se acerque menos ya que aprende que la llamada no tiene por qué significar llegar hasta el dueño.
5/ Reforzarle: se le refuerza el hecho de llegar al lado del dueño. En este punto, muchas personas le dan un trozo de comida a su perro. Yo uso la caricia, un refuerzo social: quiero que mi perro se acerque porque YO le llamo, no porque piense que va a obtener una golosina (nunca las llevo encima con mi perro, no las veo necesarias, no quiero que aparezca el Efecto Sobrejustificación).
6/ Liberarle: es el final de la llamada. Una orden de liberación como ¡HALE! o LIBRE le indica al perro que se ha acabado lo que se le ha pedido. Es muy importante porque le da un final y aprende más fácilmente el ejercicio. Si te fijas en el vídeo, espero a que Biotz me mire para liberarle, refuerzo aún más nuestra conexión.
7/ Recompensarle: ¿a que creías que este punto es lo que haces en el punto 5? Ya ves que no. La recompensa es lo que obtiene el perro una vez finalizada la acción. Una vez liberado el perro se le puede ofrecer un poco juego, premios o lo que normalmente uso: el Principio de Premack, dejarle hacer lo que estaba haciendo justo antes de llamarle, que es lo que realmente quiere hacer. Cuando solo se le llama para atarle y se acaba la diversión, este punto desaparece y el perro empezará a no acudir. Después de atarle es mejor jugar un momento con él o practicar la llamada atándole y desatándole usando, otra vez, el Principio de Premack.
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