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lunes, 28 de octubre de 2013

Cómo enseñar al perro a desconectar del juego

Uno de los problemas que solemos tener con nuestros perros es que no sabemos cómo hacerles entender que el juego lo hemos dado por finalizado y que se deben centrar en otra cosa.

Solemos guardar el objeto (en adelante "pelota" porque es con lo que más problemas se tiene) estando el perro totalmente excitado, concentrado en el juego y sin entender por qué la pelota desaparece; de ahí a la obsesión sólo hay un paso.

Al perro hay que enseñarle un comando o señal que le indique que el juego a finalizado y a bajar la excitación para que pueda desconectar de la pelota centrándose en cualquier otra cosa (olisquear, pasear, etc).



¿Cómo enseñarle a desconectar del juego?

1. Al finalizar el juego, cogemos la pelota y, con ella en la mano, le tocamos al perro diciéndole NO, NO, NO dejando la pelota en el suelo. Inmediatamente le enseñamos las palmas de las manos abiertas diciéndole el comando SE ACABÓ alejando al perro de la pelota invitándole a seguirnos. (Se puede hacer con el perro atado).

2. A través de las repeticiones conseguiremos que el perro entienda que cuando le decimos SE ACABÓ con las palmas de las manos abiertas la pelota se convierte en algo que no puede tocar y que debe alejarse de ella.

3. Una vez que conseguimos que el perro se aleje de la pelota, debemos llevarle a un estado de más calma y bajarle la excitación antes de guardarla. Para ello, dejaremos al perro tumbado quieto a cierta distancia de la pelota (si se levanta, le volvemos a colocar) hasta que su respiración se normalice, es decir, vuelva a la calma (tarde lo que tarde: 10, 15 ó 20 minutos).

4. Por último, antes de dejar que el perro se levante, guardamos la pelota y esperamos 1 o 2 minutos más para liberar al perro y dejarle que haga lo que quiera.

Las repeticiones harán que el perro aprenda que cuando le digamos el comando SE ACABÓ con las palmas de las manos abiertas el juego ha finalizado. Además, cada vez le costará menos pasar de la excitación a la calma.

Este artículo está relacionado con: Tu perro y la pelota: una relación "obsesiva"


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lunes, 21 de octubre de 2013

Estímulos y descontrol durante el paseo, 2ª parte

En el artículo anterior (pincha AQUÍ) me enfoqué en los casos en que los perros se descontrolan durante el paseo debido a que reaccionan a estímulos que quieren evitar a toda costa y cómo trabajar para disminuir y, al final, eliminar esas reacciones incontroladas.

Por comentarios que he obtenido a través de mi cuenta de Twitter, he querido hacer esta 2ª parte del artículo de la semana pasada para centrarme en los casos en que los perros tienen una conducta exagerada durante el paseo cuando ven un estímulo al que quieren llegar inmediatamente, como otros perros o personas.



En estas situaciones se suelen ver perros que ladran frenéticamente y que tiran de la correa hasta que consiguen llegar a donde querían (oler otro perro, que les acaricien una persona en concreto...). Y esta conducta es reforzada una y otra vez al permitir quien lleva la correa que el perro al final tenga lo que quiere, por lo que se perpetúa en el tiempo.

Aquí el problema está en que estos perros no tienen el auto-control suficiente de sus emociones.

¿Cómo trabajar en estos caso?

1. Con las distancias: el perro quiere llegar al estímulo como sea, por lo tanto, en cuanto observemos que su conducta se va a descontrolar (fijándonos en su lenguaje corporal) nos damos media vuelta y nos alejamos del estímulo, es decir, de lo que quiere conseguir el perro, y le premiaremos cuando su actitud sea la correcta. Con repeticiones sucesivas iremos consiguiendo que el perro se acerque de una forma más controlada ya que irá entendiendo que si no se controla nos alejamos del estímulo.

2. La obediencia: el adiestramiento en obediencia lo que hace es trabajar el auto-control del perro. Ejercicios como permanecer sentado o tumbado durante largo tiempo son muy buenos para este fin.

3. Principio de "Nada es Gratis": consiste en que si el perro quiere conseguir cualquier cosa, debe hacer algo para ello. De esta forma el perro aprenderá a no "demandar" lo que quiere y sí a esperar para conseguirlo. (Lee más AQUÍ)


Para todos aquellos que tenéis este problema con vuestros perros, ya tenéis una base con la que trabajar. Y recordad que la constancia y las repeticiones son las claves para obtener resultados.


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lunes, 14 de octubre de 2013

Estímulos y descontrol durante el paseo

Es muy frecuente ver a perros paseando con sus dueños de la correa y que de repente el can se vuelva incontrolable en presencia de algunos estímulos (otros perros, personas, coches, bicicletas...).

Los perros reactivos durante el paseo suelen descontrolarse cuando van con la correa y aparecen los estímulos que provocan esa alteración de la conducta.

Las causas de este descontrol básicamente pueden ser:

  • Déficit de socialización durante las primeras etapas del perro.
  • Ansiedad.
  • Miedos y fobias.
  • Una educación incoherente o basada principalmente en el castigo.


Hay que entender que lo que quiere el perro normalmente es que lo que le supone una amenaza se aleje (es en estos casos en los que pongo el acento en este artículo). Los dueños de estos perros no entienden qué les pasa y empiezan a probar opciones que refuerzan el comportamiento o generan al perro más estrés o ansiedad: dar tirones de la correa, intentar tranquilizarlo, darle algún toque físico o simplemente asumir que el perro "es así" y no hacer nada.

¿Cómo trabajar con perros reactivos durante el paseo? A través de la Gestión Emocional

1. Durante un tiempo hay que dejar de exponer al perro al estímulo que le provoca ese estrés, a la vez que se le ejercita física y mentalmente a través de ejercicios de obediencia. Para, de esta forma, llevar al perro a un nivel más cercano al equilibrio emocional.

2. El siguiente paso es realizar un trabajo de desensibilización y contracondicionamiento: se introduce durante el paseo el estímulo desencadenante a una distancia suficiente para que el perro lo note pero lo tolere (sin llegar nunca a provocar la máxima reacción). La clave está en distraer al perro con algún objeto, comida, palabras agradables y/o practicar ejercicios de obediencia (por ej. el JUNTO), es decir, enfocar su atención en el guía que lleva la correa

3. Una vez que el estímulo haya pasado y que el perro haya conseguido lo que quería que era que se alejara, y que el can no haya descontrolado su conducta, hay que felicitarle efusivamente con juego y caricias.

4. Es un trabajo a largo plazo que hay que practicar todos los días, con el objetivo de ir acortando la distancia progresivamente al estímulo para que al final pueda estar el perro cerca sin producirse la reacción.


Lo ideal, si se tiene un perro con este problema, es ponerse en contacto con un especialista en modificación de conducta canina para poder realizar un buen diagnóstico, ya que cada caso es diferente y así  poder dar una solución específica.

¿Tienes un perro reactivo durante el paseo? Pues...¡a trabajar! El no hacer nada no es una opción si quieres mejorar la calidad de vida de tu perro y, por supuesto, la tuya.

Aquí tienes la 2ª parte de este artículo: http://dogguaubilbao.blogspot.com.es/2013/10/estimulos-y-descontrol-durante-el-paseo_21.html

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lunes, 7 de octubre de 2013

Confirmar vs Recompensar: conceptos distintos

Quiero recalcar las diferencias entre estos dos conceptos que parecen lo mismo pero no lo son, aunque en los dos estemos premiando al perro. ¡Vaya lío! 

Confirmar y recompensar al perro son dos conceptos que se usan como sinónimos pero tienen unas sutiles diferencias que son importantes conocerlas para poder enseñarle de una forma correcta nuevos ejercicios.

La confirmación de una conducta del perro supone premiarle, sobre todo con el elogio MUY BIEN (aunque se puede usar otros premios) DURANTE la ejecución del ejercicio o acción SIN que el perro deje de realizarla.

La recompensa se le ofrece al perro una vez demos por FINALIZADO el ejercicio DEJANDO QUE DISFRUTE de ella sin estar bajo ninguna disciplina.

Estas diferencias son importantes en la evolución del aprendizaje por parte del perro de un nuevo ejercicio:


  • En fases iniciales es importante confirmar exactamente la acción que queremos que el perro aprenda sin que deje de realizarla para que vaya entendiendo qué es lo que queremos que haga.
  • En fases avanzadas de la comprensión del ejercicio por parte del perro la recompensa debe predominar sobre la confirmación, que tiene que ir desapareciendo paulatinamente hasta que el perro realice el ejercicio de principio a fin sólo con el comando que le hayamos asociado.



Si las confirmaciones durante el ejercicio no cesan una vez que el perro lo haya entendido (aunque confirmaciones esporádicas pueden venir bien para reforzar o recordar), podemos tener un perro que trabaje o realice la acción si sólo tiene delante un premio o un perro "adicto" al elogio que sea muy dependiente del guía/dueño.

Todo esto lo váis a entender mejor con dos ejemplos:

  1. El TUMBADO: cuando empezamos a enseñar al perro el tumbado le guiamos con un trozo de comida hasta que se tumba y si permanece tumbado, le premiamos (confirmación). Una vez que hemos hecho varias repeticiones y el perro lo va entendiendo, hacemos que permanezca tumbado cada vez un poco más de tiempo dándole el premio sólo cuando rompamos el ejercicio y dejemos que se levante (recompensa).
  2. El JUNTO: cuando el perro vaya a nuestro lado le podemos ofrecer un reforzador para premiar esa conducta pero sin que el perro deje de seguir en JUNTO (confirmación). Más adelante, cuando le digamos el comando y tenga interiorizado el ejercicio, le premiaremos una vez que le dejemos libre (recompensa).

Como es lógico la confirmación y la recompensa no son incompatibles. De hecho, como he expresado al inicio, se parecen tanto que muchos pensaréis que da igual llamarlo de una forma u otra, pero conocer estas sutiles diferencias nos pueden ayudar a enseñar mejor los ejercicios a nuestros perros.



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