El transportín puede convertirse para el perro en un lugar privado y, dada la ausencia de estímulos, en una "cámara de relajación".
El enseñarle a estar tranquilo en una jaula o transportín facilita el transporte del perro, ayuda a prevenir la ansiedad por separación y permite ofrecerle un sitio tranquilo y familiar cuando se viaja disminuyendo la ansiedad que aparece en los perros al llegar a sitios nuevos.
Varias formas de habituar al perro al transportín:
1. Darle de comer en él quitando la puerta o dejándola abierta y ofreciéndole un sitio cómodo donde dormir poniendo una colchoneta.
2. Si muestra mucha resistencia a entrar, se puede colocar solo media jaula (en los tipos de transportín que se pueden dividir en dos) a modo de cama. Cuando se haya acostumbrado a descansar en ella, se coloca la parte de arriba.
3. Lo normal es que las primeras veces que se cierre la puerta el perro llore e intente salir, aunque ya duerma en él y lo vea como algo positivo. El procedimiento a seguir es dejarle salir cuando cese de llorar, nunca cuando gimotea. Si el perro no deja de llorar se puede hacer un ruido que llame su atención y cuando se calle brevemente abrir la puerta del transportín.
4. En cachorros un sistema ideal es agotarles físicamente antes de meterles dentro y que, por cansancio, se duerman enseguida. Es inadecuado meter al cachorro las primeras veces cuando está fresco y con ganas de actividad.
5. El tiempo que permanece el perro dentro del transportín con la puerta cerrada se debe aumentar muy poco a poco, empezando con unos pocos segundos abriendo la puerta siempre cuando el perro no llore y esté relajado. Además, también es recomendable ir alejando progresivamente la jaula de nuestro lado, hasta que pueda permanecer el perro dentro, tranquilo y fuera de nuestra vista.
Que un perro pueda permanecer tranquilo en un transportín tiene además dos usos importantes en el adiestramiento:
A) Aislamiento o time out: cuando el perro se encuentra en una situación positiva y realiza una conducta indeseable le sacamos de esa situación metiéndole en el transportín.
B) Para no estropear la relación con el perro: tener un lugar donde aislar al perro si se muestra muy pesado o si nuestro humor hace previsible que nos enfademos con él.
Hay que tener en cuenta algo MUY IMPORTANTE: un perro, especialmente un cachorro, no debe permanecer más de 4 o 5 horas seguidas en una jaula y que el transportín no debe ser usado para no atender las necesidades de ejercicio, contacto social y juego del perro.
Con mi primer cachorro, hace ya bastantes años, casi no se utilizaba el transportín para la educación del perro, o al menos yo no lo conocía. Una vez que he visto las utilidades que tiene y lo positivo que es para el perro, me parece imprescindible. Lo importante para que dé el resultado que buscamos es llevar a cabo correctamente el proceso de acostumbrar al perro al transportín. Les acaba encantando "su sitio", y a nosotros nos ahorra más de un dolor de cabeza. Muchas gracias Ricardo.
ResponderEliminarHola Ricardo! Gracias por los consejos y los articulos de tu blog, son muy interesantes y ayudan un montón.
ResponderEliminarTe comento. Adoptamos a nuestra perra de la perrera hace 3 meses y nos han dicho que tiene hiperapego, de alguna manera se lo habremos provocado nosotros, en casa nos sigue a todos lados y no sabe estar tranquila si no nos tiene a la vista. Cuando se tiene que quedar sola en casa la dejamos en la cocina, que es donde tiene su cama, con un juguete interactivo y se porta bastante bien, al volver suele estar tranquila tumbada. Las pautas al irnos y volver a casa para evitar la ansiedad por separación las llevamos haciendo desde el primer día pero no conseguimos que nos deje de perseguir por casa. Mientras estamos por casa hemos empezado a encerrarle en la cocina a ratos y practicar que se quede quieta en un sitio mientras hacemos nuestras cosas. Nos han recomendado usar un transportin para enseñarle a estar tranquila. ¿Que opinas? ¿como tendríamos que proceder?
Muchas gracias!