Comúnmente cuando vemos a un perro que es incapaz de relajarse, de descansar y que está durante todo el día en estado de alerta con una alta actividad, se dice que es un perro hiperactivo. ¿Pero sabemos realmente qué significa? Hay muchos perros que son catalogados como hiperactivos cuando no lo son, aunque su actividad sea elevada.
FACTORES QUE ELEVAN EL NIVEL DE ACTIVIDAD DEL PERRO
1. La hiperactividad
Con frecuencia es el resultado de una estimulación insuficiente. Podemos definir la falta de estimulación como las pocas oportunidades que se le dan al animal de utilizar y desarrollar sus habilidades innatas y satisfacer sus necesidades.
Se observa en perros que se pasan la mayor parte del tiempo reaccionando exageradamente ante cualquier estímulo. Es debida sobre todo a una falta de rutina, jerarquización, ejercicio físico y estimulación mental en la vida del animal y la podemos ver en perros con mucha energía que salen poco de casa y saltan sin parar llamando la atención. En casos muy extremos, esta estimulación insuficiente puede llevar a que el perro muestre conductas repetitivas y sin sentido llamadas estereotipias.
2. La sobreactividad
Es común y representa una abundancia de la conducta normal, aunque mal encaminada o problemática para el propietario. A menudo se combina con la conducta de búsqueda de atención.
Estos perros simplemente muestran unos niveles de actividad más elevados que la media. Hay que tener en cuenta que el nivel de actividad varía dependiendo de factores como la edad y la raza.
Diferencias entre hiperactividad y sobreactividad
Hiperactividad: es heredable. Los síntomas son:
- El perro es incapaz de relajarse incluso sin estimulación.
- Los ritmos cardíaco y respiratorio son elevados incluso en periodos de descanso.
- Exagerada búsqueda de atención.
- Es independiente de la presencia del propietario o del entorno.
- La actividad no tiene un fin ni control. Falta de concentración.
- Conductas destructivas.
Sobreactividad: no es heredable. Los síntomas son:
- Habilidad normal para dormir y descansar, aunque el tiempo de descanso puede ser menor de lo habitual.
- Los ritmos cardíaco y respiratorio varían de forma normal con el nivel de actividad.
- Frecuente búsqueda de atención.
- La actividad tiene un claro propósito y puede concentrarse en ejercicios.
- Los momentos de alta actividad se relacionan con estímulos o con una situación en concreto.
3. Otros factores que elevan la actividad del perro
- Problemas con la dieta, por un exceso en la toma de calorías.
- Separación de la madre a una edad temprana, antes de la 8ª semana. Esto se ve muy bien en perros que se venden en tiendas de animales: normalmente se venden con más de 3 meses de edad, perdiéndose prácticamente todo el periodo de socialización, lo que hace que tengan una mayor probabilidad de sufrir futuros problemas de conducta.
- El aprendizaje del perro, voluntaria o involuntariamente el dueño puede estar reforzando conductas que incrementan la excitabilidad y actividad del perro. Hay que tener en cuenta que el perro está aprendiendo en todo momento.
En un próximo artículo os daré las pautas para tratar la conducta hiperactiva de un perro. ¡Estad atentos!
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Buenas noches Ricardo, mi problema es el siguiente: tengo un perro husky de 4 meses, pero cuando esta uno con el se la pasa mordiendo, brincando o persiguiéndose la cola, algún consejo para solucionar esto? Te lo agradecería.
ResponderEliminarHola Jose Luis. Tu perro tiene 4 meses, un cachorro con ganas de explorar y sobrante de energías. Lo mejor que puedes hacer es empezar de forma sería a enseñarle nuevos ejercicios y canalizar esa energía hacia objetivos concretos, hazle pensar. Debes controlar la excitación durante los juegos finalizándolos si se sobreexcita. Mejor juegos de búsqueda que de lanzamiento. Por último, piensa si le estás dando el estímulo necesario en los paseos y si sale lo suficiente a la calle.
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