A raiz de una consulta de un cliente, voy a exponer aquí brevemente qué son los zoomies o también conocidos como FRAP (Frenetic Random Activity Periods).
Basado en mi experiencia como educador canino y en mi perro Biotz.
A raiz de una consulta de un cliente, voy a exponer aquí brevemente qué son los zoomies o también conocidos como FRAP (Frenetic Random Activity Periods).
Muchas personas cuando tienen un perro adulto se plantean incorporar un nuevo cachorro al hogar. Pero es importante cómo se hace esta introducción para que la convivencia empiece con buen pié y el perro adulto acepte al nuevo cachorro.
Antes de darte algunos consejos, te voy a indicar varios errores que se suelen cometer:
Por mi experiencia trabajando con cachorros ayudando a su adaptación al nuevo hogar y su inicio en la educación canina, el uso de empapadores en sus primeras semanas en casa como forma de controlar la conducta higiénica del cachorro puede tener más desventajas que beneficios a la hora de que el perro aprenda a hacer sus necesidades sólo en la calle cuando empiece a dar sus paseos.
Desde hace unos años la utilización de empapadores se ha generalizado e, incluso, se recomiendan a todas las personas que deciden incluir un cachorro en sus vidas. En este artículo te voy a dar varios motivos por los que NO usar empapador:
En la primera etapa de este blog escribí un artículo con consejos a aplicar para que tu perro lo pase lo mejor posible en épocas de petardo, fuegos artificiales y ruidos exteriores en general, lo tienes en el siguiente enlace 15 consejos para ayudar a tu perro con el miedo a los petardos.
En esta ocasión quiero incluir un consejo más y hablarte de algo que puedes implementar que seguramente no conocías: el Ruido Blanco. ¿De qué se trata?
El ejercicio que aquí te propongo para perros inseguros o con miedos a ruidos debe verse como parte de un trabajo global y más ámplio. Un trabajo que debe abarcar diferentes ámbitos, tanto en el momento en que se produce el problema como en el resto del tiempo en su vida cotidiana, para empoderarle y darle recursos para gestionar mejor esas emociones que lleven a tener un perro más seguro de sí mismo. Las cacerolas y las tapas metálicas nos pueden ayudar. ¿Cómo?
La mayoría de los casos de perros con miedos a ruidos repentinos se deben a la falta de referencialidad. Es decir, el perro no es capaz de saber de dónde viene el ruido y eso le hace tener una sobrereacción realizando conductas de huída o escape, en muchas ocasiones llegando a la emoción de pánico. Una forma de que el perro empiece a gestionar mejor esas emociones es darle esa referencialidad al ruido y que se empodere de él, y ahí es donde entran las cacerolas y las tapas metálicas.
En el vídeo verás un primer nivel de dificultad: se trata de, en un lugar seguro y tranquilo para el perro como puede ser su hogar, poner en el suelo una o varias cacerolas metálicas encima de sus tapas y