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lunes, 30 de diciembre de 2013

Sobrevivir a tu perro adolescente

Cuando incorporas un nuevo cachorro al hogar pones todas tus energías en enseñarle a hacer sus necesidades, a que no muerda, a tener un buen comportamiento en casa y a socializarle con otros perros. Sin embargo, estos meses de cachorro son realmente cortos y se subestima lo difícil que puede ser el periodo de adolescencia, y te preguntas ¿dónde está mi adorable cachorro?


La adolescencia en los perros, en general, ocurre entre los 6-18 meses (pudiendo llegar a los 24 meses dependiendo de las razas e individuos) y durante ese periodo sus cerebros están inundados por un alto nivel de hormonas:

  • En los perros macho, los altos niveles de testosterona llevan a una mayor reactividad con respuestas más rápidas, más largas y más intensas a los estímulos externos.
  • En las hembras, el aumento de los niveles de estrógeno y progesterona durante el mismo período pueden aumentar la irritabilidad y los problemas con otros perros, así como cuestiones de posesión de recursos.

Tristemente, los meses de adolescencia coinciden con la mayor tasa de abandonos. Hay una necesidad de más información y educación hacia los dueños de perros que no esperan a que se produzcan los cambios de conducta o no saben como manejar a sus perros durante este periodo.

Aquí tienes algunas sugerencias para sobrevivir a la adolescencia de tu perro:

1/ Recuérdate que este periodo pasará y que tu perro se irá calmando. Busca la forma de ayudarlo a quemar el exceso de energía. Cuando mi perro Biotz pasó por este periodo era un terremoto y tuve que pasar muchas horas en la calle haciendo ejercicio físico y mental enseñándole ejercicios para que pudiese estar más tranquilo.

2/ Trabaja y enseña a tu perro de forma continua. El aprendizaje del perro no se detiene, sigue trabajando con él a medida que va pasando las etapas de su vida. Los cachorros aprenden muy rápido pero con el aumento de las hormonas tu perro puede dar pasos hacia atrás en lo ya aprendido. Debes saber que la capacidad de respuesta de tu perro en este periodo sube y baja como una montaña rusa, se constante.

3/ En cuanto se manifieste algún problema de conducta y no sepas manejarlo, contacta con un profesional que te ayude. Cuanto más tiempo persista el problema, más difícil es revertir la situación. Es mejor cortar de raíz los problemas durante la adolescencia para que no se conviertan en problemas de por vida.

4/ Refuerza el comportamiento tranquilo del perro y su autocontrol. Salir del coche, ir al parque, saludar a otras personas...generan excitación. Enséñale a obtener lo que quiere si antes muestra un comportamiento calmado.


5/ Aumenta la socialización de tu perro mediante largas caminatas diarias.  La socialización de los cachorros es fundamental, pero igual de importante es proporcionar a tu perro todas las experiencias posibles de forma continua. Durante la adolescencia, muchos propietarios cometen el error de separar a sus perros de otros perros cuando ven algún síntoma de agresividad o de reactividad hacia otros estímulos. Esto lo único que hace es agravar el problema. Más socialización.

6/ Expón a tu perro a perros ya mayores y tranquilos. Los perros aprenden a ser socialmente aceptables alrededor de otros perros. Los perros mayores no le permitirán un comportamiento demasiado bruto y excitable y le interrumpirán si llega a presionarles en exceso enseñándole a estar más calmado.

7/ Se un referente para tu perro. Trabaja tu lenguaje corporal y tu comportamiento para transmitir a tu perro esa calma y tranquilidad que quieres que tenga. Realiza movimientos pausados y tranquilos, y usa un tono de voz suave para que sienta que tienes el control de la situación.

Ser propietario de un perro adolescente puede ser un reto, pero si te preparas, puede ser una buena experiencia de aprendizaje y una forma de crear buenos hábitos en el perro y en ti. Recuerda que es un periodo que pasará y al igual que no debemos renunciar a unos hijos adolescentes, no debemos renunciar a unos perros adolescentes.


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lunes, 23 de diciembre de 2013

Perros y miedo a los ruidos fuertes: desensibilizar y contracondicionar

En el artículo anterior expuse varios consejos a aplicar para ayudar a nuestros perros a pasar lo mejor posible esos días en los que los petardos y las explosiones son una constante => 15 consejos para ayudar a tu perro con el miedo a los petardos

Pero si queremos ayudar a los perros a superar el miedo o la fobia a los ruidos fuertes y estruendosos, debemos armarnos de paciencia ya que suele ser un proceso largo que requiere constancia.


Este proceso consta de dos partes que se complementan: la desensibilización y el contracondicionamiento.

1. Desensibilización

Es someter al perro al estímulo o fuente de su miedo de forma controlada. En sesiones cortas se expone al perro al ruido a una intensidad insuficiente para provocar un estado emocional de miedo incontrolable, incrementando de forma gradual la intensidad a medida que el perro adquiere la capacidad de hacerlo frente. Es muy importante no precipitarse para no desandar lo ya andado.


A la vez que se realiza el proceso de desensibilización, se asocia un refuerzo positivo al ruido o los petardos. Se trata de lograr un comportamiento en el perro incompatible con el estado emocional de miedo o fobia, haciendo que juegue o tenga un premio cada vez que oye un petardo acompañado de un MUY BIEN.

En perros en que el miedo o la fobia a los ruidos fuertes esté muy arraigado, este proceso lleva bastante tiempo. Trabajar con un estado emocional (miedo) no es lo mismo que enseñar al perro una nueva habilidad, hay que tener mucha paciencia sin poner plazos

Se debe empezar con pocas repeticiones, breves y suaves incrementando la presión en el perro cuando se vea resultados positivos y el contracondicionamiento surta efecto. Siempre sin prisas y muy poco a poco.


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lunes, 16 de diciembre de 2013

15 consejos para ayudar a tu perro con el miedo a los petardos

Hay fechas que muchos perros lo pasan muy mal debido al ruido de los fuegos artificiales y petardos. En esos momentos debemos ayudarles a que esas experiencias sean lo menos traumáticas posibles, aquí tenéis 15 consejos para ayudar a vuestros perros: 


1. Preparar un lugar seguro dentro de casa donde se escuche menos el ruido exterior.


2. Cerrar persianas y cortinas, y encender la televisión o la radio. Ayudará a mitigar el ruido.


3. No dejarles en balcones ni cerca de ventanas abiertas porque podrían lanzarse o ahorcarse (si están atados) ante la desesperación y el nerviosismo.


4. Evitar dejar puertas y rejas abiertas para que no huyan y se pierdan debido al miedo.


5. Mostrar calma y normalidad transmitiéndoles naturalidad. Acariciarlos refuerza su estrés.


6. No ponerse nervioso y evitar la excitabilidad en el ambiente. Voz tranquila y gestos lentos.


7. Nunca regañarles por mostrar signos de miedo o ansiedad.


8. Procurar no dejarles solos durante el tiempo que dure el ruido.


9. Intentar interactuar con ellos jugando y practicando ejercicios de obediencia simples como el "sentado" o el "tumbado".


10. Buscar paseos alejados de los núcleos urbanos.


11. Llevarlos siempre atados con correa, aunque sea una cuerda de quince metros. Si intentan huir, incentivarles  para que busquen en vosotros el refugio que necesitan.

12. Sacarlos a hacer mucho ejercicio antes de las noches con mayor ruido, estarán más cansados y un poco más tranquilos.


13. Mandarlos a un hospedaje o albergue lejos de la ciudad donde no estén expuestos a los fuertes ruidos.


14. En casos extremos acudir al veterinario para adquirir tranquilizantes (nunca medicar por vuestra cuenta).


15. Hay soluciones "alternativas" basadas en Flores de Bach y en la Feromona Apaciguante Canina (DAP) que emula las feromonas segregadas por la madre para mitigar el estrés de los cachorros. Siempre supervisados por el veterinario.


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lunes, 9 de diciembre de 2013

5 formas de preservar la seguridad de tu perro en un parque para perros

Para que el parque sea algo divertido y a la vez seguro, aquí tenéis unos consejos para mantener a salvo a vuestros perros:

1. MANTENER A LOS PERROS EN MOVIMIENTO.

Cuanto más se estén moviendo y hagan ejercicio, menos probabilidades hay de que busquen problemas con otros perros.


2. INTERVENIR SI SE VE A MÁS DE UN PERRO ATACAR EN GRUPO A OTRO PERRO.

Demasiados propietarios no actúan cuando debieran. Este comportamiento a menudo puede causar problemas: perros heridos, asustados y perros que se convierten en "matones" del parque.


3. ALEJARSE CUANDO EL NIVEL DE EXCITACIÓN/EMOCIÓN DE LOS PERROS ES ALTO.

Perros excesivamente excitados tienden a volver excitados a otros perros y poder provocar un gran problema. Es mejor mantenerse alejado de ese tipo de actividad.




4. MARCHARSE DEL PARQUE SI EL PERRO SE ESCONDE ENTRE LAS PIERNAS, DEBAJO DE UN BANCO/MESA O SE LE VE ASUSTADO E INFELIZ.

Un perro que tiene miedo de estar en el parque no es un perro feliz. ¿Por qué forzarle a permanecer en ese estado de temor?


5. PREOCUPARSE POR TENER UNOS PERROS BIEN ADIESTRADOS Y QUE RESPONDAN A LAS ORDENES.

Si no se tiene control sobre los perros, no se debería ir a un parque donde hay otros perros sueltos. Nadie quiere tratar con perros rebeldes y con dueños irresponsables que no se preocupan de educarlos.


Cada dueño debe conocer a su perro y decidir si un parque para perros es la mejor opción o no. Ni a todos los perros les gusta ni todos los perros deben ir a un parque de perros.



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lunes, 2 de diciembre de 2013

La perspectiva visual de tu perro

Si queremos comprender mejor a nuestros compañeros perrunos, debemos entender que los perros ven el mundo desde una perspectiva visual distinta.

La retina, que cubre la parte posterior interna del globo ocular, contiene conos y bastones, dos tipos de células sensibles a la luz. Los conos dan percepción del color y visión detallada, mientras que los bastones detectan el movimiento y son sensibles a la baja luz

Los perros tienen retinas pobladas mayormente por conos, ven mejor en la oscuridad que los humanos, y su visión está orientada al movimiento. Sin embargo, dado que sólo poseen la décima parte de la concentración de conos que los humanos, los perros no perciben los colores al igual que nosotros.

Los colores

Los perros reconocen dos colores, azul-violeta y amarillo, y pueden distinguir entre las tonalidades de gris. No pueden distinguir entre el amarillo, verde, anaranjado y el rojo. Además tienen dificultades para distinguir el verde del gris.


Comparando el espectro de colores tal como lo percibe el perro y el humano, vemos que el perro percibe como amarillo lo que nosotros vemos como rojo, naranja, amarillo y verde. Ciertos tonos de verde y turquesa, el perro los percibe como blanco. Los azules los distingue en forma similar a nosotros, mientras que el violeta lo ve gris.

Profundidad y distancia

La posición de los ojos del perro determina el campo visual y la percepción de profundidad. Los depredadores, tales como humanos y perros, tienen los ojos posicionados más cerca el uno del otro que las especies que cumplen el rol de presas que tienden a tener ojos hacia los costados de la cabeza, ya que esto les confiere mayor campo visual para ver a un depredador al acecho.


Los ojos de los perros están en un ángulo de 20 grados. Esto aumenta el campo visual, es decir, la visión periférica del perro. Pero esta mayor visión periférica compromete la cantidad de visión binocular (donde el campo visual de cada ojo se superpone con el del otro, lo que confiere percepción de la profundidad y distancia) y, por lo tanto, los perros tienen mejor visión binocular cuando miran directamente hacia delante.

Visión borrosa

Los perros también tienen menor agudeza visual que los humanos. Se dice que un humano con visión perfecta puede distinguir letras y objetos a una distancia de 6 metros. Los perros deben estar a una distancia de 6 metros para ver un objeto igual que un humano parado a 23 metros. Hay razas que tienen mayor agudeza, como los labradores comúnmente utilizados como perros guía.

Sensibilidad al movimiento

Debido al número de bastones en la retina del perro, los perros distinguen objetos en movimiento mucho mejor que un objeto fijo

Es tanta la importancia de la postura y el lenguaje corporal en el comportamiento del perro que pequeños cambios en tu postura pueden significar mucho para tu perro.


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lunes, 25 de noviembre de 2013

El Principio de Premack

¿Qué es esto de "El Principio de Premack"? ¿Para qué te sirve? Si sigues leyendo seguro que te darás cuenta que ya lo conoces y que, seguramente, lo estés utilizando.

El Principio de Premack dice que: una conducta de alta probabilidad puede reforzar una conducta de baja probabilidad. Para que esto suceda, la conducta de alta probabilidad debe ocurrir inmediatamente después de la conducta de baja probabilidad

¡Vaya lío! Lo explico con un ejemplo clásico: permitir a los niños ver la televisión o jugar a la consola sólo cuando hayan acabado los deberes. Ver la televisión y jugar son conductas de alta probabilidad que pueden servir para reforzar el hacer los deberes, que es una conducta de baja probabilidad.

Este principio es muy útil en el adiestramiento de tu perro porque aumenta el número de reforzadores que puedes usar en la práctica. Bastará con registrar cuáles son las conductas más frecuentes de tu perro en determinadas circunstancias, es decir, identificar las conductas que más le gustan a tu perro.



Dos ejemplos de cómo usar el Principio de Premack en el adiestramiento de tu perro:

1. De forma correcta:

Como a cualquier perro, al tuyo le encanta salir a la calle y cuando abres la puerta sale o intenta salir de casa. La conducta de salir es de alta probabilidad cuando abres la puerta.

Entonces puedes usar esta conducta como reforzador para enseñarle a esperar hasta que le des la orden de salir. Abres la puerta y le bloqueas el paso o la cierras para que no pueda salir. Cuando tu perro retroceda, le dejas vía libre. Intentará salir y le bloqueas de nuevo.

Repites el procedimiento hasta que el perro espere por un momento y entonces le das la orden y le permites salir. Poco a poco, aumentas el tiempo que el perro debe esperar para poder salir.

Por lo tanto, salir a pasear (conducta de alta probabilidad) es la actividad que usas para reforzar la espera de la orden (conducta de baja probabilidad). 

2. De forma incorrecta:

A tu perro no le gusta especialmente jugar a ir a coger la pelota, se aburre enseguida. Pero quieres enseñarle a sentarse a la orden usando el juego de la pelota, lo que pasa es que no puedes realizar las repeticiones necesarias para que lo vaya entendiendo ya que se aburre rápidamente del juego.

En este caso el problema está que el juego de ir a por la pelota es de baja probabilidad y no sirve para reforzar otra conducta de baja probabilidad. Sería mejor permitirle que explorase el entorno durante unos segundos justo después de darle la orden de sentarse.


Ten en cuenta que para aplicar el Principio de Premack debes conocer cuáles son las conductas de alta probabilidad de tu perro. Haz una lista de lo que realmente le gusta hacer a tu perro en diferentes situaciones y usa esas conductas como reforzadores, más allá del típico premio de comida.


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lunes, 18 de noviembre de 2013

Fijar y estabilizar una acción nueva

Durante toda la vida del perro debemos plantearle retos que satisfagan su necesidad de ejercicio mental. Una buena forma de hacerlo es a través de ejercicios de adiestramiento, es decir, enseñarle nuevas acciones.

En la fase inicial de la enseñanza las nuevas acciones aparecen de forma breve, por lo que tenemos que estar muy atentos para confirmarlas y liberar (si quieres saber más sobre CONFIRMAR y LIBERAR => AQUÍ) con rapidez al perro antes de que empiece a realizar otras conductas, y para ello es muy importante el tiempo de presentación de la confirmación (timing): tenemos 2-3 segundos para reforzar la conducta.



Una vez fijada una acción, a través de sucesivas repeticiones, debemos centrarnos en estabilzarla confirmando al perro cuando se muestre tranquilo durante la ejecución del ejercicio.

Se suele caer con frecuencia en el error de hacer que el perro mantenga un ejercicio largo tiempo y confirmar, y en ocasiones liberar, cuando empieza a mostrar inquietud y dudas (como si fuese una prueba de cuánto "aguanta" el perro el ejercicio). No se debe confirmar un ejercicio ya conocido cuando está inestable, ya que fijaremos ese estado. (Diferencias entre CONFIRMAR y RECOMPENSAR una acción => AQUÍ)

Podemos poner picos de dificultad de forma puntual para avanzar o consolidar algún ejercicio (QUIETO, VEN AQUÍ...), pero otro error que se suele cometer es tener al perro durante la mayor parte de la sesión de aprendizaje trabajando en su límite de eficacia generando estrés, una mala relación con las sesiones de aprendizaje (deben ser algo divertido), pérdida de iniciativa del perro e inestabilidad de las conductas aprendidas

No es la continua dificultad lo que mejora la destreza de un perro, sino tener seguridad en que sus acciones pueden solucionar una situación:


"Esto se consigue poniéndole en situaciones que pueda solucionar aumentando la dificultad progresivamente, y sólo de forma puntual poniendo al perro en su límite de eficacia"


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lunes, 11 de noviembre de 2013

El cachorro: la exploración de su entorno

Hacía tiempo que no escribía sobre los cachorros y me apetecía hacerlo, así que aquí tenéis este artículo:

Para el perro es muy importante conocer el entorno que le rodea, esta conducta de exploración se inicia a la tercera semana de vida del cachorro aumentándola en la fase de socialización (entre la cuarta y la duodécima semana de vida).

Es fundamental que observemos cómo actúan las madres caninas con sus cachorros cuando éstos inician sus movimientos exploratorios: una madre canina hará una vigilancia efectiva de las acciones de los cachorros sin cortar sus avances en la exploración del entorno.

Por lo tanto, debemos comportarnos de forma análoga con nuestros perros para que puedan explorar su entorno bajo una tutela coherente que evite los extremos: dejarle a su aire pase lo que pase o sobreprotegerle de forma que el cachorro no sufra ninguna mala experiencia.



¿Qué debemos hacer? Básicamente seguir la norma de no dar mucha importancia de cara al perro a lo que le pase:

- Si el cachorro cae, no iremos a consolarle y mimarle. Su caída le castigará en el grado que él perciba, mientras que al darle nosotros importancia podemos hacer que para el perro terminen teniéndola cosas que podría superar con facilidad.

- Si supera alguna dificultad del entorno (ej. abre una puerta), no deshacernos en elogios. Sus avances satisfacen su instinto exploratorio, en el grado que perciba el perro, por lo que podemos estar felicitando mucho al perro por algo que, aunque no nos demos cuenta, le ha resultado fácil.

- Si el cachorro explora sitios prohibidos o potencialmente peligrosos, debemos cogerlo (sin castigarle) y, como haría su madre, llevarle a una zona segura. Es importante aplicar el sentido común para determinar qué es "peligroso", ya que es muy fácil caer en la sobreprotección.

*La base de la autonomía del cachorro y posterior autoconfianza del perro está en el placer que le supone la exploración. Si sustituimos ese placer por el de agradar a su guía, a través de la sobreprotección, mermaremos la autonomía del cachorro y tendremos un futuro perro dependiente e inseguro.*


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lunes, 4 de noviembre de 2013

Problemas de conducta: diagnosticar correctamente

Una misma conducta inapropiada puede deberse a distintos problemas, por lo que es fundamental poder diagnosticar correctamente y diseñar un tratamiento específico para corregir dicha conducta.

Para ello debemos explorar todos sus niveles:


1. Causa principal del origen del problema

La manifestación externa de un problema frecuentemente no es en sí misma el problema, sino un síntoma. Es un error tratar el síntoma de forma aislada del problema original. Ej: si un perro orina por toda la casa y le castigamos por ello sin saber que la causa es un problema de incontinencia, crearemos al perro graves problemas emocionales.


2. Causas secundarias del problema

La conducta del perro puede estar potenciada o fijada por otras causas añadidas a la original. Ej: un perro con tendencia dominante puede además encontrarse con un dueño temeroso o miedoso. 


3. Factores externos al problema que influyen en su manifestación

En la conducta del perro todo influye en todo en mayor o menor grado. Hay factores que pese a no estar directamente relacionados con el problema del perro influirán en su evolución. Estos factores serán distintos casi siempre aunque los problemas sean los mismos, saber encontrarlos permite una personalización de los tratamientos que aumentarán su eficacia. Ej: un perro agresivo puede serlo más justo después de que haya pasado otro perro "rival", o justo antes si pasa a la misma hora todos los días y el perro asocia una expectativa de enfrentamiento.


4. Manifestación del problema

Son los síntomas, lo que vemos desde fuera (si el perro tiene ansiedad por separación, "no puede quedarse solo en casa porque ladra, rompe, micciona..."). La manifestación no debe tratarse como la totalidad del problema, pero podemos tomar algunas medidas hasta que el tratamiento del problema de origen tenga efectos en la conducta del perro. Ej: en la ansiedad por separación donde el perro rompe cosas, sabemos que el pronóstico es bueno pero hasta que las pautas a realizar surtan efecto se puede agotar al perro antes de dejarle solo, esto a la larga no sería una solución (tener un perro entrenado en lugar de cansado) pero permite aguantar hasta que llegue la mejoría real.


Se debe intentar "pelar la cebolla" de los distintos niveles, ya que las diferentes capas pueden alterar nuestra percepción del problema.

Una vez que sabemos cuál es la causa principal, las secundarias (si las hay) y los factores de influencia debemos trabajar sobre todos ellos.



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lunes, 28 de octubre de 2013

Cómo enseñar al perro a desconectar del juego

Uno de los problemas que solemos tener con nuestros perros es que no sabemos cómo hacerles entender que el juego lo hemos dado por finalizado y que se deben centrar en otra cosa.

Solemos guardar el objeto (en adelante "pelota" porque es con lo que más problemas se tiene) estando el perro totalmente excitado, concentrado en el juego y sin entender por qué la pelota desaparece; de ahí a la obsesión sólo hay un paso.

Al perro hay que enseñarle un comando o señal que le indique que el juego a finalizado y a bajar la excitación para que pueda desconectar de la pelota centrándose en cualquier otra cosa (olisquear, pasear, etc).



¿Cómo enseñarle a desconectar del juego?

1. Al finalizar el juego, cogemos la pelota y, con ella en la mano, le tocamos al perro diciéndole NO, NO, NO dejando la pelota en el suelo. Inmediatamente le enseñamos las palmas de las manos abiertas diciéndole el comando SE ACABÓ alejando al perro de la pelota invitándole a seguirnos. (Se puede hacer con el perro atado).

2. A través de las repeticiones conseguiremos que el perro entienda que cuando le decimos SE ACABÓ con las palmas de las manos abiertas la pelota se convierte en algo que no puede tocar y que debe alejarse de ella.

3. Una vez que conseguimos que el perro se aleje de la pelota, debemos llevarle a un estado de más calma y bajarle la excitación antes de guardarla. Para ello, dejaremos al perro tumbado quieto a cierta distancia de la pelota (si se levanta, le volvemos a colocar) hasta que su respiración se normalice, es decir, vuelva a la calma (tarde lo que tarde: 10, 15 ó 20 minutos).

4. Por último, antes de dejar que el perro se levante, guardamos la pelota y esperamos 1 o 2 minutos más para liberar al perro y dejarle que haga lo que quiera.

Las repeticiones harán que el perro aprenda que cuando le digamos el comando SE ACABÓ con las palmas de las manos abiertas el juego ha finalizado. Además, cada vez le costará menos pasar de la excitación a la calma.

Este artículo está relacionado con: Tu perro y la pelota: una relación "obsesiva"


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lunes, 21 de octubre de 2013

Estímulos y descontrol durante el paseo, 2ª parte

En el artículo anterior (pincha AQUÍ) me enfoqué en los casos en que los perros se descontrolan durante el paseo debido a que reaccionan a estímulos que quieren evitar a toda costa y cómo trabajar para disminuir y, al final, eliminar esas reacciones incontroladas.

Por comentarios que he obtenido a través de mi cuenta de Twitter, he querido hacer esta 2ª parte del artículo de la semana pasada para centrarme en los casos en que los perros tienen una conducta exagerada durante el paseo cuando ven un estímulo al que quieren llegar inmediatamente, como otros perros o personas.



En estas situaciones se suelen ver perros que ladran frenéticamente y que tiran de la correa hasta que consiguen llegar a donde querían (oler otro perro, que les acaricien una persona en concreto...). Y esta conducta es reforzada una y otra vez al permitir quien lleva la correa que el perro al final tenga lo que quiere, por lo que se perpetúa en el tiempo.

Aquí el problema está en que estos perros no tienen el auto-control suficiente de sus emociones.

¿Cómo trabajar en estos caso?

1. Con las distancias: el perro quiere llegar al estímulo como sea, por lo tanto, en cuanto observemos que su conducta se va a descontrolar (fijándonos en su lenguaje corporal) nos damos media vuelta y nos alejamos del estímulo, es decir, de lo que quiere conseguir el perro, y le premiaremos cuando su actitud sea la correcta. Con repeticiones sucesivas iremos consiguiendo que el perro se acerque de una forma más controlada ya que irá entendiendo que si no se controla nos alejamos del estímulo.

2. La obediencia: el adiestramiento en obediencia lo que hace es trabajar el auto-control del perro. Ejercicios como permanecer sentado o tumbado durante largo tiempo son muy buenos para este fin.

3. Principio de "Nada es Gratis": consiste en que si el perro quiere conseguir cualquier cosa, debe hacer algo para ello. De esta forma el perro aprenderá a no "demandar" lo que quiere y sí a esperar para conseguirlo. (Lee más AQUÍ)


Para todos aquellos que tenéis este problema con vuestros perros, ya tenéis una base con la que trabajar. Y recordad que la constancia y las repeticiones son las claves para obtener resultados.


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lunes, 14 de octubre de 2013

Estímulos y descontrol durante el paseo

Es muy frecuente ver a perros paseando con sus dueños de la correa y que de repente el can se vuelva incontrolable en presencia de algunos estímulos (otros perros, personas, coches, bicicletas...).

Los perros reactivos durante el paseo suelen descontrolarse cuando van con la correa y aparecen los estímulos que provocan esa alteración de la conducta.

Las causas de este descontrol básicamente pueden ser:

  • Déficit de socialización durante las primeras etapas del perro.
  • Ansiedad.
  • Miedos y fobias.
  • Una educación incoherente o basada principalmente en el castigo.


Hay que entender que lo que quiere el perro normalmente es que lo que le supone una amenaza se aleje (es en estos casos en los que pongo el acento en este artículo). Los dueños de estos perros no entienden qué les pasa y empiezan a probar opciones que refuerzan el comportamiento o generan al perro más estrés o ansiedad: dar tirones de la correa, intentar tranquilizarlo, darle algún toque físico o simplemente asumir que el perro "es así" y no hacer nada.

¿Cómo trabajar con perros reactivos durante el paseo? A través de la Gestión Emocional

1. Durante un tiempo hay que dejar de exponer al perro al estímulo que le provoca ese estrés, a la vez que se le ejercita física y mentalmente a través de ejercicios de obediencia. Para, de esta forma, llevar al perro a un nivel más cercano al equilibrio emocional.

2. El siguiente paso es realizar un trabajo de desensibilización y contracondicionamiento: se introduce durante el paseo el estímulo desencadenante a una distancia suficiente para que el perro lo note pero lo tolere (sin llegar nunca a provocar la máxima reacción). La clave está en distraer al perro con algún objeto, comida, palabras agradables y/o practicar ejercicios de obediencia (por ej. el JUNTO), es decir, enfocar su atención en el guía que lleva la correa

3. Una vez que el estímulo haya pasado y que el perro haya conseguido lo que quería que era que se alejara, y que el can no haya descontrolado su conducta, hay que felicitarle efusivamente con juego y caricias.

4. Es un trabajo a largo plazo que hay que practicar todos los días, con el objetivo de ir acortando la distancia progresivamente al estímulo para que al final pueda estar el perro cerca sin producirse la reacción.


Lo ideal, si se tiene un perro con este problema, es ponerse en contacto con un especialista en modificación de conducta canina para poder realizar un buen diagnóstico, ya que cada caso es diferente y así  poder dar una solución específica.

¿Tienes un perro reactivo durante el paseo? Pues...¡a trabajar! El no hacer nada no es una opción si quieres mejorar la calidad de vida de tu perro y, por supuesto, la tuya.

Aquí tienes la 2ª parte de este artículo: http://dogguaubilbao.blogspot.com.es/2013/10/estimulos-y-descontrol-durante-el-paseo_21.html

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lunes, 7 de octubre de 2013

Confirmar vs Recompensar: conceptos distintos

Quiero recalcar las diferencias entre estos dos conceptos que parecen lo mismo pero no lo son, aunque en los dos estemos premiando al perro. ¡Vaya lío! 

Confirmar y recompensar al perro son dos conceptos que se usan como sinónimos pero tienen unas sutiles diferencias que son importantes conocerlas para poder enseñarle de una forma correcta nuevos ejercicios.

La confirmación de una conducta del perro supone premiarle, sobre todo con el elogio MUY BIEN (aunque se puede usar otros premios) DURANTE la ejecución del ejercicio o acción SIN que el perro deje de realizarla.

La recompensa se le ofrece al perro una vez demos por FINALIZADO el ejercicio DEJANDO QUE DISFRUTE de ella sin estar bajo ninguna disciplina.

Estas diferencias son importantes en la evolución del aprendizaje por parte del perro de un nuevo ejercicio:


  • En fases iniciales es importante confirmar exactamente la acción que queremos que el perro aprenda sin que deje de realizarla para que vaya entendiendo qué es lo que queremos que haga.
  • En fases avanzadas de la comprensión del ejercicio por parte del perro la recompensa debe predominar sobre la confirmación, que tiene que ir desapareciendo paulatinamente hasta que el perro realice el ejercicio de principio a fin sólo con el comando que le hayamos asociado.



Si las confirmaciones durante el ejercicio no cesan una vez que el perro lo haya entendido (aunque confirmaciones esporádicas pueden venir bien para reforzar o recordar), podemos tener un perro que trabaje o realice la acción si sólo tiene delante un premio o un perro "adicto" al elogio que sea muy dependiente del guía/dueño.

Todo esto lo váis a entender mejor con dos ejemplos:

  1. El TUMBADO: cuando empezamos a enseñar al perro el tumbado le guiamos con un trozo de comida hasta que se tumba y si permanece tumbado, le premiamos (confirmación). Una vez que hemos hecho varias repeticiones y el perro lo va entendiendo, hacemos que permanezca tumbado cada vez un poco más de tiempo dándole el premio sólo cuando rompamos el ejercicio y dejemos que se levante (recompensa).
  2. El JUNTO: cuando el perro vaya a nuestro lado le podemos ofrecer un reforzador para premiar esa conducta pero sin que el perro deje de seguir en JUNTO (confirmación). Más adelante, cuando le digamos el comando y tenga interiorizado el ejercicio, le premiaremos una vez que le dejemos libre (recompensa).

Como es lógico la confirmación y la recompensa no son incompatibles. De hecho, como he expresado al inicio, se parecen tanto que muchos pensaréis que da igual llamarlo de una forma u otra, pero conocer estas sutiles diferencias nos pueden ayudar a enseñar mejor los ejercicios a nuestros perros.



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lunes, 30 de septiembre de 2013

La secuencia de caza en el perro y su modelación

El perro tiene una secuencia instintiva de caza que se activa en situaciones concretas. Esta secuencia es de las más aprovechadas en el adiestramiento de todo tipo ya que es muy moldeable y podemos variar su forma significativamente.

Esta es la secuencia de caza del perro:


  • ACECHO: el perro se agazapa y ralentiza sus movimientos para acercarse sin ser visto por su presa. El desarrollo de esta característica a través de nuestra selección ha dado lugar a los perros de muestra que mantienen esta posición durante largo tiempo.

  • PERSECUCIÓN: al llegar a una posición ventajosa, el perro empieza a correr hacia su presa. Esto se ha aprovechado en adiestramiento, por ejemplo, para traer objetos.

  • MORDEDURA: el mordisco del perro para sujetar a su presa es una de las partes de la conducta de caza que ha sido más desarrollada por nuestra parte. Este desarrollo ha tenido dos caminos:
Cobro: mordisco suave seleccionado en perros de caza para traer la pieza sin estropearla, y en perros de asistencia a discapacitados que deben llevar o recoger objetos delicados.
Presa: mordisco fuerte y fijo seleccionado en perros destinados a la protección. 

  • SACUDIR: tras morder, el perro sacude a su presa para matarla. Esto se aprovecha en adiestramiento de protección como forma de combate del perro con el figurante durante la mordida.

  • TRANSPORTAR: una vez abatida la presa, el perro se la lleva a un sitio tranquilo para comérsela. Esta fase es muy importante y aprovechable en el adiestramiento porque es donde el perro encuentra la satisfación del instinto de caza. Se usa para confirmar o recompensar (no es lo mismo una cosa que otra, os emplazo al próximo artículo que hablaré sobre las diferencias entre estos dos conceptos) una acción correcta del perro dejándole llevarse su juguete o manga a su lugar de descanso.

  • DISECCIONAR: para completar el ciclo de la secuencia de caza, el perro come la presa abatida. Esto lo vemos cuando el perro coge la pelota (u otro objeto) y empieza a romperla.

La manera de moldear la conducta de caza en el perro es a través del juego y así poder adecuar sus conductas instintivas a nuestras necesidades concretas.


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lunes, 23 de septiembre de 2013

Cómo habituar al cachorro al collar y la correa

Una de las cosas que debemos hacer antes de que podamos salir a pasear con el cachorro es habituarle a elementos extraños para él como son el collar y la correa.

El collar y la correa son elementos antinaturales para el perro, que nosotros se los colocamos, pero imprescindibles para poder sacarle a pasear. Por lo que el cachorro debe acostumbrarse a ellos de forma positiva.


¿Cómo hacerlo?


1. De una manera progresiva: le acariciamos con el collar, se lo colocamos e inmediatamente se lo quitamos premiándole, aumentando poco a poco el tiempo que lo lleva puesto. Podemos hacer el mismo procedimiento con la correa, dejándosela puesta pero sin dejarle que la muerda ya que no debe verla como un elemento de juego porque cuando empecemos a pasear quedrá morderla y tendremos problemas en el paseo.

2. Asociación positiva: podemos colocar al cachorro el collar y la correa a las horas de su comida, cuando jugamos un rato con él (sin jugar con la correa), cuando le estemos acariciando...En general, siempre en los momentos que al cachorro le ocurran cosas buenas.

3. Practicar el paseo en casa: antes de que el cachorro pueda dar su primer paseo por la calle, debemos practicar en casa sin forzar demasiado al perro para que se habitúe al uso del collar y la correa. Esto es importante, porque no sólo se debe acostumbrar a llevarlos puestos, sino que también debe aprender que tienen una función y es poder andar junto con su dueño.


De esta forma, tendremos menos problemas para que el cachorro acepte llevar el collar y ponerle la correa. Habituar al perro a un elemento extraño que le podamos colocar o con que le podamos tocar siempre hay que hacerlo a través de una asociación positiva y de manera progresiva.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Las señales de calma IV

Como colofón a esta serie de artículos sobre las señales de calma, aquí tenéis a modo de resumen una infografía del lenguaje canino y dos vídeos donde podréis observar cómo interactúan varios perros a través de las señales de calma, ¡que los disfrutéis!

  



¿Cuantas señales de calma veis? Os propongo que hagáis un ejercicio de agudeza visual.








Artículos anteriores:



lunes, 9 de septiembre de 2013

Ejercicios para mejorar la llamada

Antes de nada hay que tener en cuenta estos consejos:

  • Siempre usar la misma orden o comando.
  • Enséñale primero en un entorno con pocos estímulos para incorporarlos poco a poco más adelante.
  • Nunca llamar al perro si sabemos que no va a venir, no debe aprender a ignorar la orden.

Aquí tenéis unos ejercicios para trabajar la llamada o reforzarla, os serán de utilidad:



1º EJERCICIO:

Cuando estés paseando con el perro con la correa y se te adelanta un poco, llámalo con voz alegre diciendo su nombre y cuando se gire dile VEN AQUÍ mientras andas hacia atrás. Cuando llegue recompénsale con caricias, halagos y con juego. Repítelo muchas veces durante el paseo.

Una vez que el perro realiza el ejercicio de una forma fiable con la correa, cámbiala por una cuerda de 5 metros. A medida que el perro progrese en la llamada, incorpora una cuerda de 10 metros y añade distracciones, como botar una pelota o un perro con la correa cerca.

También se puede ir a un espacio abierto y dejar al perro suelto con una cuerda larga. Le llamas y si acude, ¡perfecto! Le recompensas con elogios y puedes incorporar un reforzador añadido, como cualquier juguete o pelota, y jugar con él. Si no acude, pisa la correa, cógela y vuelve a repetir la llamada mientras andas hacia atrás a la vez que le confirmas alegremente con MUY BIEN cuando esté corriendo hacia ti.


2º EJERCICIO:

En este ejercicio se trata de aumentar la motivación del perro. Una persona sujeta al perro de la correa mientras el dueño se aleja unos cuantos metros (10 o 15 metros) y le llama. La otra persona sigue sujetando al perro de la correa mientras éste intenta salir corriendo y lo suelta pocos segundos después cuando el perro esté suficientemente motivado.



3º EJERCICIO:

Esconderse en una habitación de la casa o, en un espacio abierto, detrás de un árbol por ejemplo y llamarle. Recompensándole efusivamente cuando acuda y te encuentre. Además, con este ejercicio, harás que vaya más pendiente de ti cuando vaya suelto.

Aquí tienes más consejos para mejorar la llamada: http://dogguaubilbao.blogspot.com.es/2013/09/como-mejorar-la-llamada.html

La clave está en la constancia y la repetición: practicar la llamada regularmente durante el paseo. Y sin olvidarnos que la construcción de un vínculo fuerte es fundamental.